martes, 22 de mayo de 2012

Hipólito dice que la JCE jugó un papel parcializado en las elecciones


En violación a la ley y la reglamentación del proceso
Hipólito dice que la JCE jugó un papel parcializado en las elecciones
Dijo que pasa a liderar la oposición política, desde donde trabajará por el fortalecimiento de la democracia

El aspirante presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano en las elecciones del pasado domingo, Hipólito Mejía, declaró la noche de este martes que los resultados son inaceptables, pese a lo cual admitió su derrota.

Mejía dijo que pasa a liderar la oposición política, desde donde trabajará por el fortalecimiento de la democracia.
En un breve discurso de tan solo 11 minutos desde el Hotel Jaragua, en Santo Domingo, criticó una serie de irregularidades que a su entender matizaron el proceso electoral, de las cuales acusó al presidente Leonel Fernández.
Mejía definió los resultados electorales de "inaceptables", por considerar que fueron producto de la manipulación y el uso abusivo del poder y no de la voluntad libérrima del pueblo.
Mejía habló al país en medio de una situación de tensión generealizada en la población dominicana que esperó su posición frente a los resultados de los comicios.
El presidente Fernández dispuso el acuartelamiento de los guardias y policías en medio de rumores sobre supuestos llamados a las protestas callejeras atribuidos a la dirigencia perredeista, lo cual fue negado por Mejía y el secretario general Orlando Jorge Mera.
Llama a la unidad
Luego de aceptar su derrota electoral, Mejía hizo un llamado a la unidad de todos los dominicanos y dominicanas para trabajar juntos por una Ley de Partidos Polìticos y por una reforma a la Ley  Electoral, la 275-97, "para que se termine en el país el fantasma del fraude electoral" y se garantice el respeto a las libertades democráticas.
A continuación el discurso íntegro de Mejía:
Dominicanas y dominicanos:
Tuve la honra y el honor de representar como candidato a la presidencia de la República, al Partido Revolucionario Dominicano y a los partidos Movimiento Democrático Alternativo, Revolucionario Social Demócrata, Demócrata Institucional, Humanista Dominicano y Alianza Social Dominicana, así como a cientos de movimientos de apoyo, organizaciones religiosas y de ciudadanos independientes.
Durante todo ese proceso, competí en buena lid y me empeñé en hacer que mi candidatura resultara ganadora, ya que la misma representaba las más legítimas aspiraciones del pueblo dominicano.
Los resultados del proceso electoral que acaba de concluir, han confirmado mi denuncia a lo largo de la campaña de que estábamos asistiendo a los comicios más desiguales que recuerda la República Dominicana desde la dictadura de Trujillo.
En los días previos al proceso y durante el desarrollo de las elecciones, la opinión pública pudo ser testigo de múltiples atropellos de las fuerzas del gobierno contra muchos de mis seguidores. Entre esas violaciones podemos señalar las siguientes:
El uso abusivo e indecente de los recursos del Estado en franca violación de la Constitución y las leyes del país.
La abstención inducida mediante la compra masiva de cédulas, compra de voluntades y la intimidación de la población para que no acudiera a votar.
El apresamiento de dirigentes opositores en violación a los derechos civiles y políticos
El control abusivo de los medios de comunicación.
También vimos con indignación la intromisión descarada del Presidente de la República en la campaña electoral y en las decisiones del Tribunal Superior Electoral para anular alianzas de partidos que apoyaban nuestra candidatura.
Así como el papel parcializado del presidente de la Junta Central Electoral en violación a la ley y los reglamentos que norman la organización del proceso electoral.
Estos hechos constituyen un retroceso a la época de los gobiernos totalitarios.
A pesar de que competimos en condiciones muy desfavorables, el Partido Revolucionario Dominicano y sus aliados recibieron una alta votación que nos llena de orgullo.
Ese hecho reafirma al Partido Revolucionario Dominicano como la principal fuerza política del país.
Doy las gracias a los partidos aliados, a los reformistas que militantemente apoyaron nuestra candidatura, al Sector Externo y en especial a mis compañeras y compañeros del Partido Revolucionario Dominicano, por su espíritu de lucha y por la valentía con que se enfrentaron a toda suerte de manipulaciones y tentaciones, demostrando así su lealtad y amor a los principios y valores en que descansa nuestra organización política y el legado del doctor José Francisco Peña Gómez.
Del mismo modo, agradezco a la entidad Ciudadanos por la Democracia y a las organizaciones religiosas, comunitarias y de la Sociedad Civil que confiaron en nuestras propuestas para adecentar la política y trabajar por el bien común.
Quiero decir con toda claridad y firmeza que los resultados ofrecidos al país por la Junta Central Electoral son el producto de la manipulación y el abuso de poder y no la expresión de la voluntad libérrima del pueblo, lo que es inaceptable para un demócrata como yo.
A la luz de lo dicho y ante la realidad de que más de dos millones de dominicanas y dominicanos, desafiaron el poder absoluto y depositaron su voto a favor de nuestra candidatura, asumo mi rol de líder de la oposición en defensa del interés nacional y la preservación de la paz y la tranquilidad de la familia dominicana.
Por eso, hago un llamado a la unidad de todos los dominicanos y dominicanas para que trabajemos juntos por el fortalecimiento del sistema democrático, por la aprobación de la Ley de Partidos Políticos y de una nueva Ley Electoral, porque con eso garantizaremos que esta será la última vez que se vulnere la voluntad del pueblo.
Que Dios nos bendiga a todos y todas.


Por: Rafel Tomás Jaime

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