martes, 29 de abril de 2014

Dominicanos y la Independencia de Cuba.





Dominicanos y la Independencia de Cuba.

La gratitud es la cadena  de seda y oro que une a los corazones honrados, J,J. Palma, por lo que  no se debe dejar de mencionar aquellos dominicanos que emprendieron el camino de la libertad de la República de Cuba,  con el general Máximo Gómez, el alma recia  y feroz que sembraba la muerte y la desolación  en busca de la libertad, en la encarnación  practica de la independencia  cubana, como decía  Rodríguez Demorizi.
Al lado del General Máximo Gómez, otros dominicanos estuvieron en los  frentes de batalla por  todo el territorio cubano fueron; Definiendo Lorenzo Despradel, en  un  artículo “ Los Dominicanos y la Guerra de Cuba, publicado en la Revista: EN LA REVISTA. Núm.  1,  enero  1936. Dice “de Modesto Díaz, fuerte y valeroso como  una ayax. De los Márcanos, el periodista vegano, expresa prudentes y serenos como Ulises, según también definición del autor del artículo que citamos:
Al general Dionisio Gil, el coronel Marco del Rosario, el  coronel José María Arzeno (Chepín), el coronel Francisco X  Aristy, el coronel Hipólito Aybar, el teniente coronel Rodolfo Bergés, el comandante Juan Pacheco, el comandante Lore, el comandante Lorenzo Despradel, el capitán Ramón Fernández, el capitán Agustín  Arzano, el capitán Juan Jiménez y otros  dominicanos ilustres que  pusieron todo el esfuerzo de su brazo al servicio de la Independencia de ese pueblo digno y valeroso, que nunca se conformo  con su condición de colono
Como también; Manuel Lamí, Teófilo Tió, Lizardo Frías, Jacobo Granada, Manuel Arzeno, José Camejo, Manuel Núñez, Francisco Vargas, Luis Prometa, Enrique Camejo.
Marco del Rosario oriundo de la comunidad de Guerra,  Provincia de Santo Domingo, formó parte de la expedición  que organizaron Martí y Gómez; peleó  al lado del último desde el principio hasta  el final de la campaña. Del Rosario ha sido unos de los dominicanos más citados de los que lucharon en esa   por la Independencia.
De los Hermanos Marcanos. Citado anteriormente  dice Lorenzo Despradel, entre los heroicos dominicanos que lucharon por la Independencia Cubana, que perecieron en aquella guerra que tuvo su epílogo, después de la brega de diez años, en el        Zanjón. De Modesto Díaz, dice Despradel, sobrevivió al desastre y murió poco después en  esta ciudad llevándose a la tumba el pesar de no haber visto realizado su ideal,  de morir dando una carga  al frente de los valientes jinetes  camagüeyanos.
Muley Despradel, dice  que Santo Domingo (República Dominica) fue,  de los países de América, al que  mayor contingentes de sangre le ofreció a Cuba durante sus guerras en pro de la Independencia. Casi todos los dominicanos que estaban en aquella isla cuando estallo el movimiento insurreccional, se  fueron a la manigua, y rara fue la expedición desembarcada en aquella costas que no contara con algún compatriota nuestro que fuera a dar  fe del entusiasmo que entre nosotros despertaba la gallarda actitud en que se habían colocados los cubanos, apunta el periodista vegano participante en la contienda.
Cuba vibró, pues, desde  el grito de Yara y los nombres  de Modesto Díaz, Máximo Gómez y los Hnos Marcano, vinieron a ser parte de la historia cubana. Estos es aquello, y va con aquello, dijo Martí. Y así fue. Porque estos  grandes dominicanos contribuyeron grandemente a la organización del improvisado ejército libertador  que combatía a las fuerzas colonialistas, a  las  tropas españolas.
Ellos fueron según lo señala Collado en su libro “ Desde Yaya  hasta el Zanjón, lo que para suplir la carencia de arma de fuego,  que  dejaba inactivos a millares de hombres que respondían  desde  el primer momento al llamado de la Patria, adiestraron a los cubanos  en el uso del machete,  convertido  inmediatamente en el arma  tipia de ese  pueblo heroico.
Lorenzo Despradel, en un trabajo que publicó en el Periódico Renovación  del 15 de octubre de 1944, edición 24  dice “la primera carga al machete la dieron con bravura inconcebible  Modesto Díaz y Máximo Gómez, figuran los nombres del General Dionisio Gil,  y el Coronel Marcos del Rosario. Dionisio Gil, de La Vega, quien peleó a la órdenes del General Antonio Maceo, distinguiéndose en todas las acciones en quien tomó parte,  principalmente en  Peralejos, donde se vatio  como un león.”.
Roberto Bargés, en Cuba y Santo Domingo, apuntes de la Guerra de Cuba, mi diario en campaña, 1895-96-97 (Habana 1905), dice lo siguiente, “junio 1ro., en campaña… siguen liberando combates de  importantes entre la hierba de Casilda Arriba y Casilda Abajo… Esperamos nosotros su retirada no logrando nosotros su cruce porque son o perseguidos tenazmente por los generales Maceo los que le hace seguir su marcha rumbo al pueblo. Salimos  en marcha y fuimos a acampar al campamento del Rincón, en  este Campamento pedía  pase a la brigada de Maisi, siendo su jefe el general Dionisio Gil, natural de la ciudad de La Vega en la República Dominicana”.
En nota del historiador dominicano François Sevez, dice “Santo Domingo es la tierra de la libertad, que  a través de los siglos, ella ha sido almáciga de libertadores para los demás pueblos del Continente, Santo Domingo que dio a Cuba, como Hatuey,  el primer mártir de su independencia, que le día a Máximo Gómez, su Libertador, máximo de las libertades de América. Según la frese feliz de Geraldo Castellanos, le  brindo también a Cuba la magna dádiva de Mariana Grajales, la madre de los Maceo, la madre de Antonio Maceo, héroe de Cuba.
Es de justicia reconocer a los dominicanos que por  su homérico valor llegó a ganarse la admiración  y la confianza de; Máximo Gómez y Antonio Maceo, nos referimos  a los veganos Lorenzo “Muley” Despradel y Dionisio Gil. Juan Bosch, en su obra “Cuba la Isla Fascinante”, dice de Máximo Gómez, “la historia le reservaba el titulo de último libertador, a él, que  había blandido el machete al servicio de los opresores de su patria” y agrega “Gómez resultó un dios de las batallas.  Pensaba cada acción meticulosamente, conocía a cada unos de sus hombres, adivinaba la reacción del español. Sabía llevar a sus hombres al combate  y conducirlo a la victoria, pero sabía también formular  la altura  estrategia  militar de la revolución.
En la obra Perfil Militar Dominicano del Máximo Gómez, del Dr. Euclides Gutiérrez Feliz, ( Santo Domingo  año, 1966), al señalar Los Maestros Guerrilleros Dominicanos, dice “ La Primera Cargas al Machete de Venta del Pino de Baire, y la ocupación de los patriotas de la ciudad de Bayamo, continua  diciendo Gutiérrez, “ Pronto  dieron su fruto, Camagüey se subleva.. Máximo Gómez, al grito  ¡Al Machete!, vibro en todos los campos de  Cuba, impresionado a toda la nación,  el cual era  una repetición del lanzado hacia   unos  58 años de  “ ¡ A muerte, a muerte”! Lanzando por los  dominicanos-españoles en los indios de la batalla de Palo Hincado. El Grito  de ¡Al Machete!, estremeció de punto a punto la isla de Cuba.

Fuentes Consultadas:
--Suplemento del periódico la Noticia, domingo 4 de abril de 1976. Núm. 117, articulo  de Oscar Gil, pág. 6-A y 8-A.
-- Perfil Militar  Dominicano  de Máximo Gómez,  obra del Dr.,. Euclides Gutiérrez Feliz
-- Juan Bosch, en su obra “Cuba la Isla Fascinante”,






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