miércoles, 30 de abril de 2014

EL PENITENCIARISTA DR.LEONCIO RAMOS.



EL PENITENCIARISTA DR.LEONCIO RAMOS.
 
Fuete: Wilfredo Mora, criminólogo y perito forense.
Leoncio Ramos, el más grande de los abogados penalistas del llamado periodo de oro del derecho penal dominicano, fundador de la criminología dominicana, fue sin duda la primera figura del Penitenciarismo Domiciano; todo un singular personalidad nacional del principio del siglo XX.
En su  tiempo goza de prestigio, consideración  y admiración por los dotes de académico, de científico y político. Es una voz que clama en el desierto, con respecto a la criminología, ciencia que él solo se encargó de introducir en el país, hace muchos  años,  y,  sin embargo, aún no avanzamos nada. Gracias a él debemos el primer proyecto de  legislación de prisiones, por dudo  que autoridad alguna  en esta materia lo conozca.

Había dedicado los últimos 40 años de su vida al conocimiento académico de esta ciencia europea  (la criminología) y dedicado muchas horas de estudio para su formación personal y en  favor de la formación científica de la criminología en el país; peo había  arado en el mar;  el maestro Ramos  ha sido olvidado, no se han publicado ni el cincuenta por  ciento de sus trabajos, entre los cuales dedicó con función inusitada a los problemas penales,  criminológicos y penitenciarios de nuestro país.

Corrían  los años 70 del siglo pasado;  estaba muy cerca de cumplir su labor titánica, de más de cuatro décadas dedicado al  derecho penal y a la criminología, de la que sin dudas,  había sido un autodidacta. No alcanzó a fundar el  Instituto de Criminología que tanto anhelo, pero si dejo un  diseño  y otros importantes proyectos.

Personaje de más de una faceta, no siempre revelada  al hombre que vive deprisa, ni debidamente precisa entre los que intuyeron su pensamiento, pero desconocen  su verdadera obra. El ilustre profesor Leoncio Ramos atrajo la atención muy tempranamente, entre los  primeros abogados que fundaron el derecho en el país. Ha sido reseñado y juzgado en colecciones dedicada a los clásicos del derecho penal dominicano,  en su  nombre se han patentizado doctrinas de criminología, de parte de quienes fueron sus alumnos: todos hablan de él como el precursor de la  ciencia criminal en el país; la  más concentrada aproximación de su gran aporte a la ciencia criminal en el país, la  criminología está representada  por el Dr. Raymundo Amaro Guzmán, que ha hecho posible la publicación de una parte de su abundante obra. No  obstante se le recuerda de  manera fragmentada.

Leoncio Ramos fue siempre un hacedor, un temperamento activo, inquieto, trabajaba con pasión. Era un poco músico, tocaba la mandolina. Con 40 años de edad estudió radio  y televisión; fue radioaficionado, carpintero, electricista, viajero excelente, pero sobre todo fue penitenciarista.

Nació  en 1894, en La Piña  de Cotuí, ciudad cabecera de la Provincia de Sánchez Ramírez. Su padre un comerciante, se opuso a que estudiara. Sus primeros estudios lo realizo en la escuela rural, estancia en la que es protegido en sus  aspiraciones  por  un tío de nombre Ramón, de quien se sabe  había  fundado el periódico  El Progreso, en La Vega. A los 20 años de edad se convierte en un revelador de su vocación  científica, conoce al Padre Fantino Falco, quien lo nombrara  por primera vez profesor  y quien lo quiso como un hijo.

Después, al final de su vida, había de jubilarse con más de 40 años de docencia universitaria, en  1962.  Se graduó de abogado a los 26 años de edad (así  consta en la  G. O. 3116, exequátur No. 215), y ejerció brevemente en la ciudad de La Vega. poco tiempo después es designado Juez de Primera  Instancia y Procurador de la Corte de Apelación de La Vega. sus funciones  alcanzaron a los tres  poderes del Estado.

 Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo  (1931)
Juez  de la Corte de Apelación  de Santo Domingo (1931- 1932)
Juez de la Suprema Corte de Justicia (1932-1934)
Juez del Tribunal de Tierras (1938)
Senador  por Santiago (1942), cargos que se repitieron por más de una  ocasión

 Exacto  en sus planes de estudio e investigaciones, es recordado  por quienes lo trataron como un espíritu metódico, puntual, inteligente y recto. Leoncio Ramos era alto, cobrizo, tenía  la nariz aguileña, los ojos negros, y muy expresivo. Fumó durante toda su vida. Al cese de su última función como juez de la Suprema Corte de Justicia (noviembre de 1951) se consagro al estudio de la criminología y de la ciencia penitenciaria. Lo que le esperaba la etapa  más difícil  de su vida; la de  Investigador y académico.

Fue el primer profesor que obtuvo una cátedra de derecho penal por oposición en la Universidad de Santo Domingo, de entonces. Y fue el profesor más distinguido de la cátedra de criminología, de la que se consagró por muchas décadas. Sus obras, escritas para la satisfacción de sus alumnos, y por tal razón fueron escritas  mimeografiadas como cátedras de trabajo académico, comenzaron a aparecer en la década de  los 1950. Esfuerzo éste  que  ejecutó el mismo Leoncio Ramos, con  su propio peculio.

En 1954 aparece su monumental libro “Notas para  una Introducción de la Criminología”, sin  duda  el primer libro de texto en la materia, luego serian  los textos de “Notas para la Introducción  del Derecho Penal”, que empezó a escribirse en 1944, y  publicado en  1965 por ONAP, bajo la conducción de don Raymundo Amaro Guzmán, seguido de “ Introducción  al Derecho Procesal Penal” ( 1967), pendiente de publicación oficial, así como  una  enorme cantidad de trabajos que fueron recopilados  en  diarios y, sobre todo, en la Revista Ley y Justicia, que fundara el mismo en 1963, y  que  tuvo  vida  efímera, pues funcionó hasta 1972.

El 27 de febrero de 1970 anunció  sus  proyectos de un nuevo sistema penitenciario.  Estas ideas partieron del año de 1945. Época en que se había pronunciado sobre el particular a través de escritos sobre la cárcel de Sing-Sing (New York), aunque es más afortunado el estudio sobre un  “Programa de Estudios para la Preparación Técnica del Personal de los Presidios”, llevado  a cabo en su corta estancia en La Haya, Holanda, en 1967.

Así nació también este singular Anteproyecto de Trabajos Penitenciarios que acompañados de importantes notas de estudios y apuntes ya tratados en sus Notas de Derechos Penal, de otrora. Demostrada así, ser la persona más enterada  sobre  cuestiones  penitenciarias de la época, y el  primero en  plantearía en nuestro país, con  la autoridad  de un autentico especialista.

Pocos meses antes de morir anunció  su deseo de convocar a los hombres  buena voluntad en la  conformación de un Instituto Nacional de Criminología. Paro no logró materializar el anhelado sueño. Eran sus últimos desempeños. Murió en Santo Domingo, el 1ro. De  octubre del año de 1971, a  los 76  años de edad, a  consecuencia de un edema  pulmonar. Desde  1995 una calle de la ciudad capital (Santo Domingo) lleva su nombre, junto a otras ilustres glorias de la ciencia criminológica dominicana.
Nota. En la ciudad de La Vega, la prolongación de la calle Padre Adolfo, después del Parque Duarte hasta los Bomberos lleva su nombre. Aun el Lic. Leoncio Ramos, es un desconocido para esta generación en La     Vega

1 comentario:

  1. Excelente trabajo sobre el Lic. Leoncio Ramos Jerez, quien estuvo casado con mi tia la dama de Sabana de la Mar Dolores Messina Fernández - Lolita- con quien procreó a dos excelentes profecionales, los doctores Enmanuel y Wellington Ramos Messina.
    Leoncio Ramos era sobrino de doña Lola Jeréz de De los Santos.

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