domingo, 31 de mayo de 2015

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE HA TENIDO LA CONCEPCION DE LA VEGA.



LOS  MEDIOS DE COMUNICACIÓN  QUE HA TENIDO LA  CONCEPCION DE LA VEGA.

Por: Ubaldo Solís:
LA CONCEPCION DE LA VEGA. Una  la  más  rica trayectoria periodista de la República Dominicana, ha sido la de La Vega, caracterizada en el pasado  por la  continua aparición de publicaciones (periódicos, revistas, boletines, hojas, libros). Estos  medios escritos fundado con la idea de  defender los intereses de los habitantes de  esta  localidad cibaeña,  e  informar sobre  los acontecimientos locales.

 Es  bueno señalar que esas iniciativas de muchos veganos han chocado con el muro de la indiferencia de los sectores económicamente  responsables de sus sostenimientos.

 Hoy  en día  La  Vega, otrora  canteras de medios escritos no cuenta con uno,  los intentos realizados por osadas personas  se han visto frustrados  por  nulo apoyo que  se le han brindado, aparentemente  estos sectores llamados al sostenimiento económico no   creen  en la prensa escrita, no  le interesa en los últimos años las publicaciones han  desaparecido, no hay apoyo.  Las  últimas  han sido, Mundo Vegano,

El primer  periódico aparecido en La Vega, fue  ECO   DEL CAMU,  su director uno de los pionero del periodismo vegano, Ricardo Estaban,  se inició en la  década de los  año 70 en el siglo XIX.

Cuando se escribe, se  habla de medios de comunicación  en  esta ciudad  se tiene  que destacar  el papel desempeñado por Federico García Godoy, quien desde  1880 hasta el 1917, fundo y dirigió varias publicaciones  como: EL ESFUERZO, EL PUEBLO, LA CONCORDIA, PATRIA, EL DIA, este último de gran trascendencia  en la cultura vegana

Entre las publicaciones se encontraban de difusión de  las artes,  la ciencias, las letras, y cabe señalar  al   IDEAL, Órgano de la Sociedad  Amor  al  Estudio, que se mantuvo vigente por  un decenio, en esta  localidad, otros  como THE ENGLISH NEW LETTER, editado en ingles  en 1944.

El  caso  más relevante y dramático en el acontecer histórico de las publicaciones relacionadas con La Vega,  se produjo  en 1945,  con RENOVACIÓN, fundada   el 1ro. de  febrero del 1936, por Guido Despradel Bastista, el cual dejó de aparecer  y  reaparece en Santo Domingo por segunda vez en el 1945, según   dice  Marcos Antonio Martínez Paulino, en su libro “Publicaciones periódicas dominicanas  desde la colonia”, el 12 de julio de ese  mismo año,  fuerzas del Trujillismo desmantelaron la imprenta al encontrar  que desde donde se  volcaban las primeras y atrevidas proclamas  clandestinas  contra  la tiranía de Trujillo, originando  torturas y la muerte  del escritor  Ramón A. Espinal  y el destierro del  periodista director del periódico RENOVACIÓN, Julio Cesar Martínez. Luego este  aparece  en su tercera etapa en Santo  Domingo, el 6 de abril del 1962.

Las  publicaciones han sido: La Voz del Camú,   fundado en la década de los años 70 en el siglo XIX,  por  Ricardo Esteban, El Esfuerzo,  de Federico García  Godoy, en  junio del 1880, El  Triunfo, aparecido en marzo del 1884, El Heraldo, de  abril del 1884, La Paz, del  15 de septiembre del 1888, El Pueblo, del  21 de octubre del 1888, de Federico García Godoy, El Cibaeño, de mayo del 1892,

Idea,  del 4 de  febrero del 1896,  El Comercio,  de octubre del 1897, de Dionisio V. De  Moya,  redactor, J. Julio Acosta, Las Noticias, abril del 1898,  de José Francisco Guerrero, La  Nueva  Era,  del 26 de agosto del 1899,  de J. Julio Acosta, (vocero de la revolución  redentora y de la liga  ciudadana), Pluma  Libre, del 10  noviembre del  1899, José Francisco Acosta, (vocero de los intelectuales vegano, existió  hasta 1902), La Razón,  de 1900,  de Dionisio V, de Moya, La  Concordia,  agosto del 1901,  de Federico García Godoy.

Así  como: El Colegial,   septiembre del 1901, de C.M. Sánchez y Luis Manuel Despradel,  El Debate,  junio del 1902,  de R. Cruz Torres, El  Esfuerzo (2da. Época),  noviembre del 1903,  de P. Abigail Montas, La Paz,  abril del 1904,  José Francisco Guerrero, EL Adalid, agosto del 1904,  de Luis A. Weber,  La  Palabra,  agosto del 1905, Godofredo Pichardo Y Joaquín María González, Ideal, 1906, A. Álvarez ( órgano de la Sociedad Amor al Estudio), Apolo, mayo  1908,  de Francisco A. Gómez Meléndez, Patria,  julio  1910, de Federico García Godoy.

También, El Progreso,  10 agosto del 1910, de  Ramón A. Ramos, La Bandera,  8 noviembre del 1910, El Dominical,  octubre del 1911, de   Fidel Ferrer. Ideal Unionista. Febrero del 1913,  de A. Chevalier. El  liberador,  marzo del 1914, de  Buenaventura Bueno, (órgano del jimenismo). El  Baluarte, octubre del 1914, de J. Furcy Pichardo (vocero del horacismo). El  Día,  1914, de Federico  García Godoy. Existió hasta 1916. El Provincial, febrero del 1915, de R. Sánchez G. Y  Ramón  de Lara. Ideal, (2da. Época), 1915, de  Carlos M. Sánchez. (Órgano de la Sociedad Amor al Estudio). La  Voz  de la Reforma, febrero del 1916, de León  de Jesús Castaño (vocero  horacista), El  Día, (2da Época), 1ro. Octubre del 1917, de  Federico García Godoy. 
Otros periódicos  que se editaron en La Vega, fueron: La Sorpresa,  enero del 1918, Órgano de la Sociedad La Sorpresa. Boletín de la Iglesia Nuestra.  Abril del 1919, Pbro. Miguel Quezada. Revista Judicial, 1920, Órgano de la Corte de  Apelación. La Voz del Pueblo, febrero del 1921,  de Rafael  E. Martínez. La  Defensa,  22 de septiembre del 1922, de Diógenes del Orbe. Sangre Nueva,  12 de octubre del 1922 de Emilio García Godoy. El  Baluarte,  marzo del 1923,  de C.D. Piña (Jarabacoa), Órgano  del Partido Progresista


  El  Nacional,  octubre del 1925, Órgano del Partido Nacional en La Vega. La Ninfa,  20 marzo del 1927, de Plácido Delgado Pichardo. El  Provincial 2da. Época,  9 de febrero del 1928, J. Cardona  Ayala. La  Palabra 2da. Época  8 junio del 1929, de  R.A. Ramos. El  Observador, junio 1933,  de Américo de la Rosa.  Renovación, 1ro. Febrero del 1936, de Guido Despradel Batista. Lluvias de Rosas, 30 de septiembre del 1938, de  Srta.  Lina Longo M. Órgano de la Sociedad de Santa  Teresita. Inmaculada, 1938, de Sor María Remedios Mella, Órgano del Colegio Inmaculada Concepción.

 Los Nuevos, 1939,  de Rubén Suro, Órgano de los integrantes de G la Sociedad Los Nuevos. Gregg, 6  enero del 1941, de Jaime Ml. Fernández. El  Trijillista, agosto  1941, de Mario Concepción, vocero del partido trujillista.  La  Voz del Centenario, noviembre del 1942,  Órgano del centenario de la República y Asociación de Periodistas Veganos. La  hora, 11 de septiembre del 1943,  Héctor Holguín G. El Salto,  diciembre del 1943, Cirilo R, Jansen y Francisco Feliz           Hernández (Jarabacoa).  New Letter The  English, enero del 1944,  Editado en Ingles. EL Olímpico, marzo del 1944, de Américo  O. Abud.

Así como: Ecos del Casino Central, 1844, Reelección, 15 de diciembre del 1944, de H.B. Castro Bobea. Voces del Buen Pastor,  enero del 1945 de Mons. Felipe F. Sanabia, Órgano  de la Parroquia la Concepción de La Vega. Minoría,  junio del 1945,  de Mario Concepción. El Faro Normalista,  7 julio 1945, de Guarionex López. Filatelia Dominicana,  octubre del 1945,  de R. Antonio Moya. El  Derby, 1945, de Américo O. Abud, vocero hípico. En  Alas del Ensueño, 22 diciembre del 1945, Org. De la Asociación Ulises Espaillat. Grito, 31 julio del 1946, de  Eliseo de Peña Durán. Brisas Pascuales,  1946,  de José C. Batista.  Norte, 22 enero del 1949, de J. Agustín Concepción, vocero trijullista.

 Boletín Comercial,  30 julio 1949,  de Ismael de Peña hijo, vocero de la Cámara   De Comercio y Producción.  Adelante, 8 agosto del 1949, de Manuel de Jesús Sánchez. El  Adalid 2da. Época,  116 agosto del 1950, de Oscar Contreras Marión.  La  Noticia,  9 de enero del 1954, de Pedro M. Delgado Castro. Navideño, 27 diciembre del 1954, Ernesto J. Ovalles. Siembra Divina, 1956, (Santo Cerro, Obra Diocesana).

Fuente. Publicaciones Periódicas Dominicanas, 1973.
            Desde la colonia. De Marcos  A. Paulino M.

El hombre que hizo del impresionismo un gran negocio

El hombre que hizo del impresionismo un gran negocio

  • 31 mayo 2015Paul Durand-Ruel
Paul Durand-Ruel, en una pintura de Pierre-Auguste Renoir de 1910. Durand-Ruel (1831-1922) fue atacado por promover las obras de artistas rechazados por los críticos de la época como Renoir y Monet.
"Si no fuera por él nos hubiéramos muerto de hambre. Todos nosotros, los impresionistas, le debemos todo".
Uno de los grandes maestros del movimiento impresionista, Claude Monet, reconoció así el papel fundamental en su vida y la de otros artistas que tuvo Paul Durand-Ruel.
Este hombre, que vivió entre 1831 y 1922, fue un comerciante de arte que pocos conocen.
Y al que la National Gallery de Londres catalogó como el "inventor del impresionismo".
Pero, ¿quién era Durand-Ruel y cuál fue su papel en difundir uno de los grandes movimientos del arte?

La pobreza de Monet

Para entender la importancia de Durand-Ruel basta recordar que dos años antes de conocerlo, en 1868, Monet estaba en una situación económica tan desesperada que trató de suicidarse lanzándose al río Sena.Mujer en su toilette, de Berthe Morisot.
Durand-Ruel reconoció la vitalidad en obras como Mujer en su toilette, de Berthe Morisot.
Tanto Monet como sus amigos artistas –Renoir, Sisley, Pissarro and Manet– llevaban años trabajando arduamente en condiciones de pobreza.
Sus creaciones habían sido rechazadas por los críticos y las galerías de arte de París.
Pero Durand-Ruel era diferente. Desde niño había tenido contacto con obras más experimentales.
Su padre, que tenía una empresa de venta de insumos de arte en la capital francesa, compraba y vendía pinturas.
Y algunos de esos trabajos de artistas poco conocidos estaban colgados incluso en el dormitorio de Paul.

Encuentro en Londres

Fue en Londres donde Durand-Ruel conoció a Monet y Pissarro. Todos ellos habían llegado a la capital británica escapando de la guerra franco-prusiana.El Támesis abajo de Westminster, de Claude Monet
El Támesis abajo de Westminster, de Claude Monet. Durand-Ruel conoció al artista en Londres, donde ambos habían buscado refugio de la Guerra Franco-Prusiana.
Cuando el pintor Daubigny le presentó a los jóvenes artistas, Durand-Ruel no dudó en comprar varias de sus obras, incluyendo un panorama de Green Park en Londres pintado por Monet.
Fue una transacción que cambió la vida de ambos. Pocos días después, Pissarro, quien también estaba en Londres, llegó al domicilio de Durand-Ruel donde dejó varios cuadros.
Durand-Ruel escribió inmediatamente a Pissarro: "La pintura que me trajo es encantadora y siento no haber estado yo mismo en ese momento para felicitarle en persona. Por favor, dígame cuánto dinero quiere por la obra".
Cuando Durand-Ruel, Monet y Pissarro volvieron a París también llevaron a comerciante de arte a otros amigos.
Se estima que hasta 12.000 pinturas impresionistas pasaron por las manos de Durand-Ruel.
Los artistas no eran identificados en ese momento como integrantes de un movimiento, simplemente eran pintores unidos por haber sido igualmente rechazados por el "salón" oficial.
Pero Durand-Ruel notó algo en común en esas obras que intentaban plasmar la luz o impresión del instante, antes que las identidades. El marchand comenzó a adquirir obras de Degas, Manet (incluyendo 23 cuadros en un mismo día), Sisley, Cassatt y Renoir.
En cada una de las ocasiones pagó al artista el precio que éste pedía.

"Aliento y coraje"

Durand-Ruel nunca pensó en convertirse en comerciante de obras de arte.
De niño imaginaba ser algún día misionero o soldado, pero cuando su padre enfermó debió encargarse del negocio familiar.Paul Durand-Ruel
Durand-Ruel fue casi una figura paterna para muchos artistas. En momentos difíciles, fue Durand-Ruel quien envió mensajes de aliento a Monet.
A pesar de su gusto arriesgado en materia de arte, su carácter era conservador. "Era monarquista y profundamente católico", dijo a la prensa británica Christopher Riopelle, de la National Gallery.
La esposa de Durand-Ruel falleció en 1871 cuando estaba embarazada de su sexto hijo. Él nunca volvió a casarse. Dedicó su vida a su trabajo con artistas, muchos de los cuales lo veían casi como una figura paterna.
No solo les ayudaba y alentaba en sus carreras sino que pagaba las cuentas médicas y hasta sus alquileres. Lo importante era darles la libertad para seguir creando.
En 1882, Monet le escribió desde Pourville, en la costa de Normandía, donde había pasado el verano pintando playas y acantilados.
"Verás que me siento desanimado. Siento que estoy enloqueciendo y a veces rechazo hasta mis pinturas. Había terminado una obra con flores, pero la destruí, junto a otros tres o cuatro lienzos que rayé y perforé. Sé que es absurdo, me doy cuenta de ello".
Durand-Ruel respondió esa misma tarde: "Estoy enviando los 1.500 francos que solicitaste. Quiero también enviarte aliento y coraje para que puedas sobreponerte a tus dificultades. Es de la adversidad de donde obtenemos las mejores lecciones. No sientas que no has aprendido nada en tus luchas".

"Atacado y agraviado"

El comerciante de arte y mentor hablaba por experiencia propia. Cuando comenzó a realizar exhibiciones con obras impresionistas, se montó una campaña en su contra.Grafton Gallery en 1905
La Galería Grafton en Londres en 1905. Fue allí donde Durand-Ruel realizó una gran exhibición con más de 300 obras de impresionistas.
"Fui atacado y agraviado por integrantes de academias, por los críticos de arte más conocidos, por toda la prensa y por la mayoría de mis colegas", relató.
Para mantener su negocio a flote, Durand-Ruel debió vender obras de su colección consideradas de moda por artistas como Delacroix, Corot, Courbet y Millet. Cuentan que incluso debió usar un intermediario, porque ningún comprador mostraría interés si figuraba el nombre de Durand-Ruel.
El reconocimiento vino finalmente desde Estados Unidos. En 1885 Durand-Ruel fue invitado a exhibir en Nueva York por James Sutton, director de la Asociación de Arte Estadounidense. Durand-Ruel cruzó el Atlántico con cerca de 300 obras.Álamos en el sol, de Claude Monet
Álamos en el sol, de Claude Monet. "Al fin los maestros impresionistas triunfaron", escribió Paul Durand-Ruel. "Mi locura acabó siendo sabiduría".
En sus memorias escribió luego: "La gente venía a ver las obras de mis nuevos amigos sin ningún prejuicio. La cobertura en la prensa fue tan positiva, y los comentarios del público tan favorables, que fue necesario extender la exhibición y trasladarla a un local más grande. En pocas semanas había vendido casi todas las pinturas".

Locura y sabiduría

Las noticias del éxito llegaron a París y en 1894 Durand-Ruel pudo pagar a todos sus acreedores.
Detalle de "El baño del niño", de Mary Cassatt
Detalle de "El baño del niño", de Mary Cassatt.
"Pensar que si hubiera muerto a los 60, habría fallecido lleno de deudas. Al fin los maestros impresionistas triunfaron", escribió.
"Mi locura acabó siendo sabiduría".
Hacia el final de su vida también organizó una gran exhibición en Londres, en las Galerías Grafton, con más de 300 obras, incluyendo 196 de su propia colección.
De acuerdo a la exhibición en la Galería Nacional londinense, que investigó los archivos familiares de Durand-Ruel, si bien no creó el impresionismo, sí fue quien lo indentificó y llevó a la atención del mundo.
Sin él, el movimiento no sería lo que es hoy en día.
Para Riopelle, Paul Durand-Ruel deberá quedar anotado en la historia, en el verdadero sentido de la palabra, como quien "'inventó' el impresionismo".

HISTORIA: Asesinan a los hermanos de La Maza, a Segundo Imbert y a Rafael Augusto Sánchez tras muerte Trujillo

STORIA: Asesinan a los hermanos de La Maza, a Segundo Imbert y a Rafael Augusto Sánchez tras muerte Trujillo

sábado, 30 de mayo de 2015

El amor sin límites de Vicente Aleixandre por Miguel Hernández

El amor sin límites de Vicente Aleixandre por Miguel Hernández

La edición de cartas inéditas del Nobel español obliga a mirar su obra poética con otra luz

 http://cultura.elpais.com/cultura/2015/05/30/actualidad/1433011187_665584.html
Vicente Aleixandre (izquierda) y Miguel Hernández, vistos por Sciammarella.
Más de medio siglo estuvo oculto en la oscuridad de un baúl de haya el amor especial de Vicente Aleixandre por Miguel Hernández.
Todo empezó con una carta en una primavera como esta, hace ya 80 años. La amistad de dos de los grandes poetas españoles del siglo XX que parecen eternizados en esquinas opuestas de la vida, la literatura y en el imaginario de la gente, pero que proceden del mismo punto al estar interesados en los secretos del amor y la muerte y reconocer que “son dos caras de la misma moneda”. Estaban, están, unidos por la belleza de descubrir en su vida y poesía lo que une al amor y la muerte.
De eso están hechos, y eso son, Aleixandre (1898-1984) y Hernández (1910-1942). Un Vicente Aleixandre generoso que sintió un amor embelesado y sin límites por el poeta de Orihuela que no se conocía hasta hoy, y al que llamaba “Miguelillo de mi corazón”,
ADVERTISEMENT
Esa bella y secreta oscuridad es iluminada en un legado único: De Nobel a novel. Epistolario inédito de Vicente Aleixandre a Miguel Hernández y Josefina Manresa (Espasa), en edición de Jesucristo Riquelme. Hace año y medio se dio noticia de esta correspondencia al ser adquirida por la diputación de Jaén. Son 309 cartas escritas del puño y letra de Aleixandre, 26 de las cuales son a Hernández, entre 1935 y 1938, y el resto a su esposa Josefina Manresa, hasta el año de su muerte en 1984.
Primera página de la carta del 1 de septiembre de 1936.
640 páginas que sitúan y fijan la relación de amigos, hermanos, confidentes, cómplices y guías literarios entre ambos poetas. Uno maestro entonces, el otro aprendiz y discípulo. Uno protector y guía, el otro joven descubridor del mundo. Uno destinado a ser Nobel de Literatura, el otro a ser amado por el pueblo. Aleixandre en discreta presencia durante el túnel del franquismo, Hernández muerto en la cárcel al comienzo de esa oscuridad y silenciado por ella; y Aleixandre velando para que esa llama poética no se apagara.
No es solo un estudio preliminar que entrelaza lo personal con lo literario, sino que cada carta va acompañada de un pie de página exhaustivo. Doctor en Filología, catedrático de Lengua y Literatura de España y autor de obras como Miguel Hernández, un poeta del amor, la libertad y la juventud, Riquelme se asoma en la vida y sentimientos de Aleixandre y su anhelo de protección. Cartas con pasajes cotidianos, literarios y gritos apagados. Un amor sublimado que luego habrá de proyectarse en la protección y asesoría a la viuda de Hernández, su hijo Manuel Miguel y sus nietos.
Cuatro meses después de aquel encuentro que los poetas tienen en Madrid, en 1935, Aleixandre escribe: “Me alegró mucho tu carta. Qué bocanada de tu caliente tierra; qué chirriar de chicharras y qué frescura de río, y qué oreo de piel mojada me trajo tu carta. Miguel, Miguel, yo aquí estoy solo”.
Cartas de letra clara y muy espaciada, que “permite conocer el inmenso cariño que tenía mi tío a Miguel Hernández y Hernández un cariño extraordinario por él”, dice Amaya Aleixandre, sobrina del Nobel español y albacea de su legado. “La gente”, explica, “a veces, siente hacia algunas personas algo superior a lo esperado, un sentimiento que lo sorprende. Mi tío tuvo en Miguel Hernández un amor muy especial. La amistad en sí misma la consideraba un valor extraordinario. No creo que haya sido un sentimiento de homosexualidad. Cuando queremos a alguien lo queremos sin límite, con naturalidad. Era un amor paternal con una necesidad de protección hacia un poeta joven y bueno recién llegado. La categoría de Miguel Hernández le caló desde el comienzo”.
Es la amistad con alma. Un amor. Otro amor sin temores ni fantasmas. “Aleixandre sintió desde el primer encuentro una fuerte atracción por Hernández: un flechazo sentimental debido, entre otras causas, al don de gentes y la bonhomía del oriolano, a su simpatía, a su respeto y a sus ansias de ser un buen escritor”, explica Riquelme. “En las cartas de Aleixandre a Hernández se aprecia un sentimiento amoroso que cuajó en una relación que sublimó la amistad. Llegó a confesarle su dolorosa soledad y su desaliento por no poder declarar y disfrutar del amor libremente”, continúa el experto. Tal vez, agrega, lo más relevante de sus confidencias estribe en que proporciona la clave para comprender mejor su poesía inicial, “en especial La destrucción o el amor y su anterior Espadas como labios: Miguel Hernández por un lado, pero también Lorca o Cernuda estaban en el secreto de los sentimientos que pregonaba el primer Aleixandre”.
Como ese que abre La destrucción o el amor, que empieza así:
"Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.
Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima, con esa
indescifrable llamada de tus dientes.
Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo. (...)".
Para quienes viven envueltos de tanta poesía el amor es todo lo que desprenden, según Lucía Izquierdo, nuera de Hernández. Todo en ella es agradecimiento. Cuenta que en su familia siempre entendieron ese cariño porque Aleixandre quería protegerlo a él y a su familia: “Para nosotros el amor es a las personas. Cuando se trata de querer con el corazón y el alma no se da uno cuenta si es hombre o mujer”.
En las cartas se siente el palpitar de la vida, de unos sentimientos de naturaleza autónoma y anárquica que lo trastocan todo con irrefrenable felicidad y nobleza.

Afinidades políticas y poéticas

JESUCRISTO RIQUELME
1. Posición ideológica de Aleixandre contra los golpistas, en favor de la democracia y la república: Reflexiones sobre el exilio interior y sobre la imposibilidad física de participación en el conflicto bélico por la "mala salud de hierro" de Aleixandre.
2. Afinidades poéticas como trasfondo: "nosotros, los poetas activos" (dice Aleixandre a Miguel Hernández, MH). Es guía y escuchador de otros poetas jóvenes: Antonio Aparicio, Francisco Giner de los Ríos, o más avezados como Dámaso Alonso, MH... Alienta la obra de MH, y no olvida su teatro, sabedor de que con el teatro se podía ganar mejor el sustento de su vida.
3. Se desenmascaran mitos antialeixandrinos como el de difundir errónea y malintencionadamente la concesión del premio de poesía Francisco Franco en 1949. Nunca recibió dicho premio.
4. Aleixandre se define como poeta que canta y grita sobre la libertad y se regodea en ese "estar en el secreto" de las cosas íntimas de sus vidas: conecta con Lorca, con MH..., lucha contra la hipocresía social que terminó aislándolo en sus más profundos pesares sentimentales.
5. Aleixandre prestó auxilio moral, alimentario, económico y, tras la muerte de MH, editorial a MH. Muchos amigos acomodados de Aleixandre entregaron dinero no sólo a MH sino también a Josefina Manresa (y a su hijo) cuando MH había fallecido: "lo murieron".
De las cartas a Josefina, se pueden destacar dos aspectos:
1. La ayuda y el apoyo emocional y económico a Josefina Manresa (y su hijo).  La precariedad de Josefina se aprecia en estos detalles: sellos para que respondiera y borradores de Josefina escritos en sobres y papeles cuarteados y rasgados...
2. Aleixandre es el verdadero velador, protector y "encumbrador" de lo que hoy conocemos como ese Miguel Hernández popular y universal. Apoyado en sus amigos José Luis Cano y Leopoldo de Luis, junto a trámites de Dámaso Alonso, Aleixandre se erige en el asesor literario de Josefina Manresa: recopila y acopia textos dispersos e inéditos de MH, rescata y recupera esa obra y, mediante la fijación de textos, va conformando la pretendida obra completa de MH.
Nacieron aquella primavera del 35. Un Miguel Hernández de 24 años quiere leer el recién premiado La destrucción o el amor, de Aleixandre. Sin conocerlo, le envía una carta. Le pregunta si puede darle un ejemplar. Le escribe "en papel basto y líneas apretadas, escritas con una letra rodada y enérgica", que firmó como "Miguel Hernández / pastor de Orihuela". La carta se perdió, pero no su sentido en la memoria de Aleixandre.
El poeta sevillano lo recibe en su casa madrileña de Velintonia, 3, y le presta un poemario. Se vuelve a saber de ellos en mayo de ese mismo año cuando Aleixandre recibe un homenaje por aquella obra premiada y en una fotografía en la que aparece en el centro, rodeado de otros poetas, se ve cómo a la izquierda de la imagen alcanza a entrar un Miguel Hernández de perfil.
Silencio. Es hasta el 27 de julio del mismo año cuando aparece ya la primera carta de Aleixandre, desde Miraflores de la Sierra: “Mi querido Miguel: me acuerdo mucho de ti, de nuestras buenas tardes y de esa como reverberación de la tierra que metes en las habitaciones (…) Si ves a tu novia (¡ay!), cuéntame de ella y de ti, si no te es penoso. Cuando pienso en ella, me da pena. No me parece tu novia, pero sé que ella sufrirá, hasta que el sentimiento se le deshaga en la ausencia y en el olvido”.
Y hablan de sus actividades, de literatura, de la vida, de poesía y cuando los versos de Aleixandre se hacen menos cósmicos y más terruñeros, Hernández se siente más próximo: "el amor como fuerza cósmica y el cosmos como fuerza creadora. Lo plasma en sus odas como imitación, pero el panteísmo es un rasgo del Hernández más juvenil", explica Riquelme.
Sus vidas siguen, y el 24 de julio de 1937, Aleixandre lo describe: "...Él, rudo de cuerpo poseía la infinita delicadeza de los que tienen el alma no solo vidente, sino benevolente. Su planta en la tierra no era la del árbol que da sombra y refresca. Porque su calidad humana podía más que todo su parentesco, tan hermoso, con la naturaleza. // Era confiado y no guardaba daño. Creía en los hombres y esperaba en ellos".
Durante el encarcelamiento a Miguel Hernández, Aleixandre es la gran figura tutelar, la persona más próxima, asegura Riquelme: "Su ayuda fue moral, alimentaria, económica, y una vez fallecido, también editorial".
En la familia de Hernández solo tienen palabras de afecto y agradecimiento para Aleixandre. “Proyectó su cariño en Josefina, su hijo Miguel y sus nietos", recuerda Lucía Izquierdo. Cuando Manuel Miguel, su marido vivió unos años en Madrid, iba casi todos los días a comer con él. Un mes y medio antes de morir, Aleixandre le pidió a ella que fuera a verlo con sus hijos, que eran como sus nietos: "Cuando se quiere con el alma, ese querer no se olvida. No se acaba. Trasciende hacia los seres más queridos”.
En septiembre de 1936, ya iniciada la Guerra Civil, Aleixandre le dice: "Miguelillo, cómo sabes sorber como un gigante, como un hombre, toda forma de poesía. Ay, poeta, qué línea tan clara viene de tu sangre cuando me hablas. Qué bien te siento. En fin, Miguel, ya ves, quedamos en que se dan gritos de amor o gritos de muerte. A veces pienso si estos gritos unidos, en mí, serán consecuencia de que yo no he sido totalmente feliz en casi ningún amor".
Aleixandre nunca se olvida de la calidad poética de Hernández y aventura su porvenir en diciembre de 1937: "Es el segundo libro que publicas desde que nos conocemos. Te voy viendo crecer y dándome alegría. Como todo poeta verdadero, serás discutido. La envidia, triste flor de todas las edades, procurará hincarte el diente, aunque se lo melle. Fatalmente hay que contar contigo, y esto algunos no podrán perdonártelo".
Secretos, cartas que Josefina Manresa guardaba en un baúl de haya, en una de las cuales Aleixandre le dice a Hernández: “La amistad, sentimiento más modesto, pero no menos verdadero, reclama no diré sus derechos, pero sí sus… aspiraciones: entra en tu cuarto, revuelve el aire, hace constar su presencia. Miguel, Miguelillo, existo, existimos”.
** Esa memoria, esa amistad, será recordada el viernes 19 de junio bajo el título Miguel Hernández vuelve a Velintonia. Una velada que contará con medio centenar de poetas y artistas.

"Mi corazón tiene un saldo en contra, una ternura en el vacío"

[Miraflores de la Sierra] 1 de septiembre [1936][1]
Mi querido Miguel: me ha impresionado mucho la desgracia que aflige a tu Josefina y a los suyos, y con ella a ti. Me ha dado mucha compasión. Siempre es terrible perder a un padre querido, pero perderlo así tiene que serlo mucho más, mucho más penoso y tristísimo, con una angustia y un dolor que dejan casi [estu[pe]factos].[2] Y luego ese problema de tener que seguir viviendo; el problema material de subsistir sin medios para ello. Tú, con tu gran corazón, sufres por ellos y para ellos y te llenas de preocupación. Ayer hablé mucho de ti con Francisco Giner, de tus problemas, y le dije que a ver si podía hacer su padre algo en cuanto a empleos por ti. Le dije lo que hacías en Espasa-Calpe y que tu trabajo era temporal y terminaría pronto. Francisco es bueno y te admira, y se interesó mucho, y cree que quizá su padre pueda hacer por ti si sigue de ministro[3]. Se le ocurrió, improvisando (su padre es amigo de Olarra[4]), ver si el ministro se interesaba cerca del gerente[5] de Espasa para que pases a funcionario fijo. [6] Cuando regresemos todos a Madrid será el momento de ver qué puede hacerse por su parte. Tú ve pensando, y, si se te ocurre algo, cuando allí te entrevistes (conmigo) con Francisco, se lo dices. Todo esto todavía no es nada, de modo que no nos alegremos prematuramente. Pero tú ve pensando. Francisco estoy seguro de que hablará a su padre, cuando llegue el momento, con todo el cariño. Claro que hay que esperar a que pase esta guerra que sufre España. Esperemos que no tarde mucho.
Me alegro [de] que te gustara el poema. No, no era desconfianza para el lector (¿cómo iba a serlo, siendo el lector tú?): mis explicaciones no lo eran: eran deseo, gusto de comunicación contigo sobre él.[7] Como si hubiéramos charlado allá en Velintonia. Miguelillo, cómo sabes sorber como un gigante, como un hombre, toda forma de poesía.[8] Ay, poeta, qué línea tan clara viene de tu sangre cuando me hablas. Qué bien te siento. En fin, Miguel, ya ves, quedamos en que se dan gritos de amor o gritos de muerte. A veces pienso si estos gritos unidos, en mí, serán consecuencia de que yo no he sido totalmente feliz en casi ningún amor. He sufrido en el amor, pasando rápidamente de gloria a infierno, y viceversa, sin transición. Porque no me han querido nunca como yo he querido; aunque me hayan querido, nunca, ay, supieron quererme como mi corazón pedía. Solo una vez me quisieron así, con locura, con desatino, con frenesí... y entonces yo no quería. Ya ves. Otra vez quise de ese modo y fui querido lo mismo (es la única), y el fin fue trágico, de un modo que dejó huella en mí para mientras viviera.[9]
De modo que mi corazón tiene un saldo en contra, una ternura en el vacío, y ha trabajado para el aire, para el polvo. Quizá por eso no está gastado por otra parte, y vive y canta con el robusto anhelo de una juventud que para él no veo cuándo acabe. Creo que cuando muera. Porque me parece que será joven hasta la tumba. Desde un comienzo supo que el amor y la muerte son como dos caras de la misma misteriosa presencia, y que el amor, tan arrebatador, tan inaprensible, es como la delicada y mágica apariencia del último contacto, disolución en la unión para siempre. En algunos sitios, al momento del último goce físico en brazos del amor le llaman “la muerte chiquita”. Fíjate qué maravilla: ¡la muerte chiquita! Y eso es: porque es el aniquilamiento momentáneo sobre un cuerpo que mata. Y qué pena despertar, resucitar, para esa otra clase de muerte: la muerte vulgar de cada minuto. Pero, en fin, de todo se hace nuestra vida y no hay que renegar de nada.
Todo esto a propósito de un poema. Para que veas, que no son explicaciones, sino afán de comunicación contigo. Como la poesía está tan unida a la vida, hablar de una es hablar de la otra.[10] Y no es que yo piense en los incidentes concretos de mi vida cuando escribo. Es la mano de un hombre la que escribe, y lo que apetece al hombre poeta es que su poesía no sea suya solo, sino de otros hombres, otros que amaron y sufrieron, y que al oír la poesía digan algo que es suyo, como de otros, otros que amaron y sufrieron como ellos, antes que ellos, después que ellos...
Tú sabes de esto como yo. Tu corazón es de carne, y hay en la vena de tu poesía un latido que es comunión humana con otros corazones. Los poetas así, cuando cantamos nuestro[s] sentimientos no hablamos de nosotros, ¡no!; yo siento que por mí hablan muchos hombres que no escriben versos.
Miguelillo, parece que veo brillar tu mirada charlando de todas estas cosas. Anteayer escribí a Carlos Fenoll. Ayer a Pablo. No, no saldré de Miraflores por ahora. Cuando lo haga será para ir a Madrid, pero no creo que sea antes de fin de mes. Aquí hay tranquilidad. Estuve en Madrid, pero el calor me sentaba muy mal y me puse enfermo. Aquí estoy mejor; algún día salgo fuera de casa y voy un poco por algún camino en el campo, generalmente con Francisco. Hay ocasiones, como la presente, en que habitar un cuerpo de tercera resulta mortificante y desesperante. No te creas que estoy peor que otros años; más bien mejor, pero a ratos me apena ver fallar mi cuerpo por la salud y cuando más necesario me sería para hacer frente a todo.
Miguel, ya ves qué carta tan larga te estoy escribiendo. Le he preguntado a Manolo si sabe algo del posible jurado de tu concurso. Si lo hay y lo sabe, te lo comunicaré. Yo dudo que ahora se resuelva el asunto. Supongo que El labrador de más aire vendrá contigo de tu Orihuela. Ya nos reuniremos con él y con tus oriolanos.
Tu Josefina no me conoce. Pero dile que un amigo tuyo se acuerda de ella y a través de ti se une a su pena tan grande.
Escríbeme pronto. Ya ves yo. Y dime si todavía te podré escribir a Orihuela.
Miguelillo, me alegra mucho ver nuestra amistad tan honda. Qué fuerte me hace ella también. Mientras vivamos seremos amigos. Te abrazo mucho y siempre igual, hasta siempre. Vicente


[1] Documento LELI 2.3.1464. En el sobre, sin remite, vuelve a figurar como destinatario «Miguel Hernández. Orihuela (Alicante)».
[2] El padre de Josefina Manresa, guardia civil, es asesinado en Elda (Alicante) el 13 de agosto de 1936. Vestido de paisano, salía de la oficina de Correos.
[3] Con mayúscula en la primera letra en el original, al igual que varias palabras después.
[4] En el original se manuscribe defectuosamente: «O.larra». Parece referirse a Manuel Olarra, entonces importante cargo de Espasa-Calpe en Madrid. La Editorial Espasa había sido fundada en 1860; en 1926 se unió con la Compañía Anónima de Librería y Publicaciones Españolas (Calpe), convirtiéndose así en una de las editoriales más importantes de Europa, con gran proyección en Argentina y México. La Guerra Civil produce un éxodo de casas editoriales hacia América. En 1938 se instala Espasa-Calpe Argentina, bajo la dirección de Manuel Olarra; el gerente en Argentina de Espasa, hasta ese momento, era Gonzalo Losada. Motivos políticos produjeron la escisión. Gonzalo Losada dio vuelos a su propia editorial: Editorial Losada. Rápidamente, la competencia entre ambos sellos editoriales cobró visibilidad a través de dos colecciones que resultaron ser trascendentes para el devenir. La «Colección Austral», de Espasa-Calpe, se inició con La rebelión de las masas, de Ortega, escrito en 1930, y para el año 1967 había publicado 1600 títulos; llegó a publicar a un ritmo de 10-20 títulos nuevos por mes en primeras ediciones de 12 000 ejemplares cada una y reimpresiones mensuales de 6000 ejemplares; de la producción total, más del 30% se exportaba: y España era la mayor destinataria. La «Biblioteca Contemporánea», de Losada, tuvo un desarrollo algo menor, ya que en el mismo período apenas había editado 400 títulos y, años después, se transformó en la «Biblioteca Clásica y Contemporánea». Llama la atención la abundancia de escritores españoles en ambas colecciones. En «Austral» se privilegian los escritores del 98: Azorín, Baroja, Unamuno, Valle Inclán; mientras que Losada concederá espacio, por afinidades estéticas e ideológicas, a los poetas españoles contemporáneos: León Felipe, García Lorca, Alberti, Salinas, Aleixandre, Miguel Hernández. No sólo movían a los editores razones afectivas o políticas, sino también económicas; no es dato baladí que Argentina proveía, en la década primera de posguerra, el 80% de los libros que importaba España. En 1992, Espasa-Calpe se integró en el Grupo Planeta.
[5] Por el hábito administrativo, Aleixandre vuelve a optar por la mayúscula en la primera letra.
[6] La ocupación de M. Hernández en Madrid con la recopilación de datos y la redacción de algunas biografías para la enciclopedia Los toros, coordinada por José M.ª de Cossío, no se atenía a un contrato con la editorial, sino al favor personal de Cossío que le pagaba de su propio peculio. Al no existir relación laboral con Espasa-Calpe, cuando en los trámites del Sumarísimo 21 001 contra el oriolano, los responsables de la editorial comunican que no es trabajador suyo. La palabra funcionario pertenece al uso popular impropio semánticamente ya que no se trata de un empleado público o estatal.
[7] Se refiere a la posible dificultad de comprender el poema «Humano ardor», remitido por correo a Miguel en la carta anterior (20 de agosto de 1936).
[8] Aleixandre ensalza la capacidad de interpretación y comprensión poética que atesora el Hernández autodidacto.
[9] Confesión íntima de Aleixandre a Hernández. El poeta sevillano parece lamentarse de la imposibilidad de convertir en dicha el amor entre seres humanos.
[10] Se acabó la época de la poesía pura: estamos inmersos en una poesía de la comunicación, en trance de la poesía de la comunión. Más alejada del poeta en la torre de marfil juanramoniana que de una protopoesía de la experiencia.

Pastor evangélico Cedeño estuvo en Colombia en fiesta de lujo de narcotraficantes

Pastor evangélico Cedeño estuvo en Colombia en fiesta de lujo de narcotraficantes

Por Servicios de Acento.com.do. 19 de mayo de 2015 - 2:00 am -
http://acento.com.do/2015/actualidad/8250184-pastor-evangelico-cedeno-estuvo-en-colombia-en-fiesta-de-lujo-de-narcotraficantes/ 
 
"Los pastores entregaban la plata a Blanca y sus hermanas en Medellín y otros lugares. Parte era invertida para lavarla en propiedades en el país que estaban a nombre del pastor chocoano o sus designados. Sin embargo, hacían el movimiento de efectivo más grande por intermedio del clérigo dominicano."
 427832_9470_1Foto: Revista Semana | Otoniel pagó las cirugías para que su esposa Blanca Madrid (izquierda) y sus hermanas (arriba) tengan un impresionante parecido físico. La mujer del capo y su cuñada Martha (camiseta roja) fueron detenidas, señaladas de lavar dinero por medio de iglesias cristianas.


SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El pastor evangélico Jorge Cedeño, investigado por lavado de activos al servicio de carteles colombianos de las drogas, participó en diciembre de 2013 en una fiesta celebrada en Urabá, Colombia, con motivo de las bodas oro de los padres unas mujeres vinculadas al narcotráfico.
La información fue publicada en la revista Semana (www.semana.com), de Colombia, que en su portal incluye audios en los que aparece el pastor Cedeño.
“En diciembre de 2013 Blanca y sus hermanas hicieron una de sus últimas visitas a Urabá. En Turbo organizaron una fiesta, que aún muchos recuerdan por lo ostentosa, para celebrar los 50 años de matrimonio de los padres”, indica la publicación.
El pastor de República Dominicana Jorge Cedeño se desplazaba en vehículos marcados como ‘organismo internacional’ y presentaba carné de su iglesia para evadir las requisas. Movilizaba entre 600 y 1.200 millones de pesos. Usaba parte de ese dinero para contratar prepagos como consta en decenas de audios.
El pastor de República Dominicana Jorge Cedeño se desplazaba en vehículos marcados como ‘organismo internacional’ y presentaba carné de su iglesia para evadir las requisas. Movilizaba entre 600 y 1.200 millones de pesos. Usaba parte de ese dinero para contratar prepagos como consta en decenas de audios.

Y agrega:
“En el lugar había varios agentes encubiertos que se percataron de un detalle que resultaría clave para descubrir que Otoniel y su bacrim estaban lavando dinero de una forma novedosa. En efecto, presidió la fiesta un pastor evangélico que Blanca llevó desde República Dominicana llamado Jorge Cedeño, muy conocido en ese país caribeño. En el lugar también estaba un pastor del Chocó llamado Orlando Arce, conocido como el obispo dentro de su congregación religiosa”.
A continuación los audios y luego el texto completo del reportaje:
Las mujeres de Otoniel, el capo de los Urabeños
Otoniel creó con su esposa, cuñadas y unos pastores, una red para lavar millones de dólares del narcotráfico. SEMANA revela audios y detalles desconocidos.
Darío Úsuga, jefe de la banda criminal los Urabeños, tiene la debilidad típica de la mayoría de los mafiosos: las mujeres. En su caso, esa obsesión lo ha llevado a niveles extremos de aberración como abusar de niñas entre los 12 y 16 años de edad a quienes, por dinero o por la fuerza, las obliga a tener relaciones sexuales con él en las selvas de Urabá, donde se esconde.
Sin embargo, otro tipo de mujeres, las más cercanas a él, durante años se convirtieron en uno de los pilares de su organización criminal y, paradójicamente, en los últimos tiempos se transformaron en su perdición. Ese grupo está conformado por su esposa Blanca Madrid y las hermanas de esta, María, Sandra y Martha.
Lo primero que llama la atención de estas cuatro hermanas, que forman parte de una familia de diez hijos, es su impresionante parecido. Nacidas en Turbo, Antioquia, todas tienen prácticamente la misma contextura física. “Ellas no eran así. Eran normales y obviamente diferentes. Pero cuando Otoniel comenzó a salir y se casó con Blanca la hizo operarse de todo. Lo mismo hizo con sus cuñadas. Todas parecen hechas con el mismo molde y al gusto de Otoniel”, explicó a SEMANA un oficial que lleva más de cinco años tras el clan de los Urabeños.
En una de esas conversaciones, a las que tuvo acceso esta revista, el pastor dominicano le indaga a su interlocutor por una de las mujeres del catálogo que estaba viendo por internet. “Estoy llamando a una joven que estoy viendo aquí en la página. ¿Qué tal es Ximena, la número cinco?”, pregunta el evangélico. “Es excelente. Es muy bonita, alta, de 1,75 de estatura y toda una dama”, le responde el hombre al otro lado de la línea
A medida que Otoniel fue ganando cada vez más poder, hasta llegar a ser la cabeza de la banda criminal, su esposa Blanca, conocida con el alias de la Flaca, fue asumiendo un papel más grande y estratégico dentro de la organización. Era la encargada de lavar los millones que ganaban los Urabeños producto del narcotráfico. Entre otras cosas, se dedicaba a conseguir los testaferros y adquirir las propiedades para la organización criminal. Rápidamente involucró en esas actividades a sus hermanas y hermanos, estos últimos encargados principalmente de la parte militar.
Para 2012, el poder económico y la expansión de los Urabeños hizo que el gobierno los considerara una gran menaza y los declarara objetivo prioritario. Al efecto, encomendó a la dirección de inteligencia de la Policía –Dipol- asumir la punta de lanza de esa misión. Grupos especiales de agentes encubiertos de inteligencia se desplegaron por las zonas de influencia del grupo. Y Medellín era uno de los lugares claves.
En la capital antioqueña los hombres de la Dipol sabían que Blanca tenía su centro de operaciones junto con sus hermanas. Infiltraron agentes encubiertos en los gimnasios, salones de belleza y centros de estética a los que ellas acudían y las vigilaron día y noche durante meses. Descubrieron que Otoniel hacía ir a su esposa a diversas zonas de Urabá para visitarlo. “Con el tiempo, y como vivía como una reina llena de lujos en Medellín, le fue cogiendo asco a ir hasta casas de madera en la selva. Lo que hacía Otoniel cuando eso pasaba era que hacía subir entonces a algunas de las otras hermanas con las que tenía romances, lo cual explica por qué las hizo operarse y que quedaran todas igualitas. Lo curioso es que ninguna de ellas les contaba a las demás. Todas se ponían los cachos entre todas”, contó uno de los agentes de la Dipol.
El pastor de República Dominicana Jorge Cedeño se desplazaba en vehículos marcados como ‘organismo internacional’ y presentaba carné de su iglesia para evadir las requisas. Movilizaba entre 600 y 1.200 millones de pesos. Usaba parte de ese dinero para contratar prepagos como consta en decenas de audios.
El pastor de República Dominicana Jorge Cedeño se desplazaba en vehículos marcados como ‘organismo internacional’ y presentaba carné de su iglesia para evadir las requisas. Movilizaba entre 600 y 1.200 millones de pesos. Usaba parte de ese dinero para contratar prepagos como consta en decenas de audios.

Vamos pastores, vamos
En diciembre de 2013 Blanca y sus hermanas hicieron una de sus últimas visitas a Urabá. En Turbo organizaron una fiesta, que aún muchos recuerdan por lo ostentosa, para celebrar los 50 años de matrimonio de los padres. En el lugar había varios agentes encubiertos que se percataron de un detalle que resultaría clave para descubrir que Otoniel y su bacrim estaban lavando dinero de una forma novedosa. En efecto, presidió la fiesta un pastor evangélico que Blanca llevó desde República Dominicana llamado Jorge Cedeño, muy conocido en ese país caribeño. En el lugar también estaba un pastor del Chocó llamado Orlando Arce, conocido como el obispo dentro de su congregación religiosa.
Los investigadores pusieron sus ojos en los dos clérigos y descubrieron que en varias poblaciones a lo largo de Urabá, y en especial en zonas claves por donde se movía Otoniel, estaban construyendo decenas de pequeñas iglesias. Allí también llegaron agentes encubiertos que descubrieron que si bien el pastor dominicano y el chocoano aparecían como los benefactores de esas obras, en realidad el dinero provenía de Blanca y de su hermana Martha, conocida como la Jefa. “Aprovechaban la devoción de la gente de la zona con el fin estratégico de tener control territorial y ganarse la lealtad de los pobladores hacia Otoniel y el clan Úsuga”, explicó uno de los agentes encubiertos de Dipol.
Blanca y Martha habían convencido a Otoniel de entregar diezmos, que iban entre los 50 y 120 millones de pesos mensuales, a los dos pastores a cambio de que ellos elevaran oraciones para evitar que el capo fuera capturado. Las numerosas veces que se salvó convencieron al jefe de los Urabeños de que efectivamente esas plegarias funcionaban.
Aprovechando su condición de evangélicos, los pastores se movilizaban en una camioneta marcada como ‘organismo internacional’. Esto junto al carné de una ONG evangélica les evitaba ser detenidos o requisados en los puestos de control en las vías, lo cual incluso les permitió visitar a Otoniel en sus escondites. Allí acudían a realizar con el capo ayunos y vigilias de oración para que no lo atraparan. Por cada visita recibían 300 millones de pesos.
La facilidad para moverse sin levantar sospecha ni ser molestados por las autoridades hizo que Blanca y Martha le propusieran a Otoniel sacar los millones de pesos que tenían enterrados en las selvas del Urabá por medio de los pastores, cosa que efectivamente ocurrió. Los pastores entregaban la plata a Blanca y sus hermanas en Medellín y otros lugares. Parte era invertida para lavarla en propiedades en el país que estaban a nombre del pastor chocoano o sus designados. Sin embargo, hacían el movimiento de efectivo más grande por intermedio del clérigo dominicano.
Los agentes de inteligencia encontraron que desde 2013 este ingresaba al país cada seis semanas. Al llegar se hospedaba en hoteles extremadamente discretos de Bogotá o Medellín a la espera de la llamada de Blanca. Una vez se encontraban, ella le entregaba sumas en efectivo que promediaban los 1.000 millones de pesos. Aprovechando su condición de pastor evangélico el hombre lograba salir con el efectivo de Colombia e ingresar a su país sin mayor problema. Una vez allá se encargaba de comprar propiedades para el clan de los Urabeños.
De cada compra sacaba una generosa tajada para él y también le entregaba otro tanto a Blanca y a Martha, a escondidas de Otoniel. Una vez lavaba el dinero, viajaba nuevamente a Colombia con las escrituras de las propiedades que compraba, las cuales entregaba como muestra de haber cumplido la misión. SEMANA tuvo acceso a uno de los audios en el que el pastor dominicano llama a la secretaria de Blanca y le dice: “Tengo la carpeta de las tierras que tu patrona quiere comprar para que se la hagas llegar allá arriba”.
El pastor dominicano ya tenía incluso una particular rutina. Una vez recibía los millones de pesos de Otoniel que debía sacar del país, se cambiaba del hotel humilde al más costoso de la ciudad donde estuviera. Allí consultaba páginas de mujeres prepago a las cuales llamaba.
En una de esas conversaciones, a las que tuvo acceso esta revista, el pastor dominicano le indaga a su interlocutor por una de las mujeres del catálogo que estaba viendo por internet. “Estoy llamando a una joven que estoy viendo aquí en la página. ¿Qué tal es Ximena, la número cinco?”, pregunta el evangélico. “Es excelente. Es muy bonita, alta, de 1,75 de estatura y toda una dama”, le responde el hombre al otro lado de la línea.
Entre 2013 y los primeros meses de este año el dominicano pudo sacar del país cerca de 10.000 millones de pesos en sus múltiples viajes, según los estimativos de los agentes de inteligencia. Sin embargo, las plegarias de él y su colega chocoano, que en teoría han salvado a Otoniel de ser arrestado, no resultaron muy efectivas para evitar que las mujeres del capo cayeran en manos de la justicia Ni los propios pastores.
En febrero de este año, en una operación de la Dipol y la Dijín, fue arrestada Blanca quien quedó detenida en la cárcel de Jamundí acusada de concierto para delinquir, lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Tras ese duro golpe su hermana Martha quedó al frente de toda la operación de lavado. Otoniel ordenó a los dos pastores acudir a todos los métodos necesarios y hacerla pasar por integrante de algunas de sus iglesias, con el fin de que le otorgaran la casa por cárcel para fugarse.
Una vez más las plegarias no funcionaron. Los pastores estaban haciendo las gestiones para conseguir la libertad de Blanca, pero desconocían que desde hace más de una año los agentes de la Dipol y funcionarios de la Dijín conocían al detalle todos sus movimientos. El martes de la semana pasada arrestaron a Martha, su secretaria y los dos pastores que lavaban la fortuna del nuevo patrón del mal.