martes, 30 de junio de 2015

Cleopatra, las intrigas históricas de la «ramera» que dominó Egipto

Cleopatra, las intrigas históricas de la «ramera» que dominó Egipto

Día 29/05/2015 - 16.02h
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Odiada hasta el extremo por sus adversarios, ha sido tratada como una «mujer fatal» que dominaba la política usando sus armas de mujer

Una mujer hermosa, obsesionada con los cosméticos y, por supuesto, toda una devoradora de hombres. Esa es la imagen que ha prevalecido de la mítica Cleopatra VII, famosa por ser la última reina del Antiguo Egipto y por conquistar el corazón de romanos comoJulio César Marco Antonio. Sin embargo, la existencia de esta monarca está teñida por una ficción creada por sus enemigos,quienesla mostraban como una «ramera» que se aprovechaba de su supuesta belleza para encandilar a los hombres y dominar la política.
Una de las ideas más extendidas sobre Cleopatra es la que afirma que era una «mujer fatal» que usaba sus armas como hembra y sucapacidad de seducción para conquistar el corazón de los políticos. No obstante, esta es una afirmación que no se puede sustentar en hechos fehacientes, pues se basa en las ideas extendidas por los historiadores griegos y romanos, quienes sentían en no pocos casos odio hacia ella debido a su inteligencia y a su determinación de salvaguardar Egipto de la ambición extrajera.
«Las voces masculinas que la sentían como una amenaza centraban el objeto de su ira en la destrucción de su reputación que, dada su condición femenina, estaba en relación directa con su licencioso comportamiento moral, de ahí que para César, Pompeyo, Escario o Mecenas fuera “lasciva”, “puta”, “ramera” o “indecente yegua”. Otros personajes la perciben como una mujer “extraña”», explicaBelén Ruiz Garrido, Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, en su dossier «Yo soy Egipto. El poder y la seducción de Cleopatra en las artes plásticas y en el cine».

Sumamente bella

Otra de las visiones más recurrentes es la que define a Cleopatra como una mujer sumamente bella. Esta imagen es apoyada por contemporáneos de la reina como Marco Antonio, quien vivió encandilado por ella. «La edad no puede marchitarla, ni podrá la costumbre agostar su infinita variedad: otras mujeres sacian los apetitos que despiertan, pero ella da más hambre cuánto más satisface. Incluso lo más vil se vuelve puro en ella, y hasta los sacerdotes bendicen el ardor de su lujuria», señalaba el oficial romano (tal y como se recoge en la obra «Antonio y Cleopatra»)
Cleopatra, las intrigas históricas de la «ramera» que dominó Egipto
Liz Taylor, en su papel de Cleopatra
ARCHIVO ABC
Sin embargo, su belleza es, a día de hoy, difícil de corroborar. «Dadas las fuentes documentales que nos han llegado –monedas, relieves etc.- no parece una belleza. Los últimos estudios nos dicen que tenía unanariz respingona y una barbilla prominente. El problema es que los historiadores griegos la definieron como una “femme fatale”. Esa imagen, unida a películas como la protagonizada por Liz Taylor, ha hecho que a día de hoy se la recuerda como una mujer extremadamente bella y seductora», señala a ABC Aroa Velasco, historiadora especializada en el Antiguo Egipto y autora de la página Web «Papiros perdidos».
Por el contrario, Velasco afirma que la imagen que ha llegado hasta hoy de Cleopatra ha provocado que nos olvidemos de que era una política consolidada que sabía hablar multitud de idiomas y estaba interesada en la ciencia y la literatura. «Me parece más importante señalar que era una ilustrada asociada con el helenismo griego que explicar de ella que era una belleza. Lo que sí se sabe es que era muy culta, y eso es más determinante desde el punto de vista histórico que si era guapa o si era fea», completa la experta.

Obsesionada por los cosméticos

La enésima leyenda sobre la Reina es la que afirma que estabaobsesionada por los cosméticos y utilizaba todo tipo de extravagantes productos de belleza, una idea que se funda en historiadores griegos como Plutarco Apiano. De ella se dice que se bañaba en leche de burra (¿quién no ha escuchado esa leyenda?), que se ponía maquillaje y pintalabios y, finalmente, que usaba todo tipo de exfoliantes para mantener su piel tersa. Todo, con el objetivo de estar atractiva para los hombres.
WIKIMEDIA
Busto de Cleopatra
No obstante, es sumamente difícil comprobar la veracidad de estas leyendas en la actualidad. «A nivel arqueológico no podemos decir que sí de forma tajante, aunque algunos historiadores hacen referencia a ello. Pero esto no nos debería sorprender, porque todos los egipcios usaban maquillaje como método antiséptico y estético. Un ejemplo es que se pintaban la raya del ojo con un producto determinado para ahuyentar a los mosquitos. El problema es que, al ser mujer, se vio de forma diferente por los historiadores», determina la experta.
En este sentido, Velasco considera que Cleopatra no se ponía más maquillaje que cualquier otra egipcia con una capacidad económica similar. A su vez, cree que lo usaba tan asiduamente debido a que era una forma de acercarse a su pueblo y de cuidarse. Aunque eso sí, como cualquiera de sus compatriotas.

Un extraño método exfoliante

El último mito sobre la reina más famosa del Antiguo Egipto ha salido a la luz gracias al cirujano plástico David Jack. Y es que, este británico abrió –hace menos de un año- una clínica en la que dice rejuvenecer la tez de sus pacientes pasando un bisturí sobre su cara. El doctor señala que el método es heredado de aquellos que usaba Cleopatra para cuidar su cutis. Una afirmación valiente pues, como señala Velasco, no existen en la actualidad restos arqueológicos que permitan corroborar esta teoría.
Concretamente, el médico afirma que Cleopatra usaba «leche y frutas» para ablandar su piel y derretir el «pegamento que mantenía unidas las células de la capa superior de su piel». Una vez que estas se «aflojaban», ordenaba que le pasasen un cuchillo afilado sobre la piel para eliminarlas.
Cleopatra, las intrigas históricas de la «ramera» que dominó Egipto
Muerte de Cleopatra
REGINALD ARTHUR
«Nosotros usamos hoy en día ácido mandélico y glicólico para sustituir a la fruta, y salicílico y láctico para la leche», determina el doctor. Según afirma, aunque el proceso es algo caro hace que aquel que lo lleve a cabo reduzca su edad dermatológica en unos cinco años.
¿Es posible que la reina de Egipto utilizase este sistema? A Velasco no le parece extraño, aunque, nuevamente, señala que no es posible afirmarlo ni negarlo. «Nada es fiable si no está basado en fuentes arqueológicas. Personalmente no había escuchado hasta ahora nada referente a este sistema, pero cuadra perfectamente con los métodos utilizados por los egipcios. Aun con todo, no conozco ninguna referencia a ello en papiros antiguos que hayan sido traducidos», finaliza.

El pacto político que pudo hacer que Cleopatra viviera en España

El pacto político que pudo hacer que Cleopatra viviera en España

Día 30/06/2015 - 09.40h

  • (acontecimientos)

Las alianzas no han nacido en el S.XX, se llevan practicando durante siglos y, algunas, con trágicos resultados. Una de las más famosas de la Historia vino del amor entre la reina de Egipto y Marco Antonio

Hace meses que estamos inmersos en una vorágine de pactos. Desde Andalucía, hasta Madrid y, todo ello, haciendo un pequeño desvío a través de regiones como Valencia. Cualquier zona es susceptible de caer bajo el yugo de las conversaciones, los acuerdos de gobierno y, en definitiva, la alta política. La práctica como tal parece sumamente moderna de tan habituados que estamos a verla a diario (elecciones mediante), pero la realidad es bien distinta, pues las alianzas entre partidos, asociaciones y personalidades de la clase dirigente se encuentran en nuestra Historia desde que el hombre empezó a caminar sobre dos patas. Algunas de ellas, como la de Marco Antonio yCleopatra, prometían acabar con Roma, hacer resurgir a Egipto como capital de un nuevo imperio e, incluso, pudieron terminar con la reina viviendo en Hispania (lugar al que barajó huir cuando su imperio empezó a tambalearse)
Sin embargo, aquel pacto político acabó como tantos otros que se han firmado a lo largo de la Historia: en absoluto desastre. De hecho, terminó con sus dos firmantes bajo tierra al más puro estilo Romeo y Julieta. Es decir, por un doble suicidio que perpetraron cuando sus enemigos (Octavio y sus legiones) les dieron de bofetadas en la batalla de Actium. Y es que, sabedores de que habían sido derrotados por Roma y que poco podían hacer para recuperar su antigua gloria, decidieron acabar con sus vidas para evitar la vergüenza de la derrota y las consecuencias de sus actos. En la actualidad –y por suerte- las asociaciones entre partidos no concluyen con sus firmantes muertos, pero sí suelen finalizar con alguna que otra «torta» política llena de rencor (y si no, solo hay que ver lo sucedido en Andalucía entre elPSOE e IU).

Odio, triunvirato y Cleopatra

Para encontrar el origen del pacto que pudo acabar con Roma y dar con los huesos de Cleopatra en Hispania es necesario viajar en el tiempo hasta el 15 de marzo del año 44 A.C. Fue entonces cuando Julio César fue asesinado a las puertas del Senado en una conspiración en la que, según el historiador Suetonio, participaron más de sesenta personas. Entre ellas destacaban Cayo Casio Marco Bruto, perpetradores de un plan que se saldó con una muerte «anunciada» que se llevó a cabo mediante una veintena de sangrientas puñaladas. Después del entierro del líder (a manos de la 13ª Legión, sumamente dolorida por su cercanía con el dictador) comenzó un curioso «juego de tronos» que marcó la Historia.
Tras esta muerte se produjo el caos en Roma. Cada general inició el camino que más le interesaba seguir sin tener en cuenta ninguna lealtad. Uno de los primeros en armarse fue Marco Antonio quien, haciendo valer sus años al servicio de César, tomó el mando de varias legiones y exigió a uno de los asesinos de su mentor que le entregase la región que administraba en nombre del pueblo romano. Tampoco se quedó atrás Cayo Octavio (sobrino nieto de César y elegido heredero legítimo por él). Y es que, al saber que su enemigo natural para acceder a la poltrona se había marchado de Roma, se decidió a combatir y obtener por su «pilum» el poder que estaba ejerciendo, de facto, Antonio. La guerra civil estaba asegurada, y duró varios meses en los que las tropas de ambos se repartieron flechas y estocadas de«gladius» en plena contienda. Los dos luchaban por heredar un imperio.
El pacto político que pudo hacer que Cleopatra viviera en España
Cleopatra, la reina que robó el corazón a César y Marco Antonio (Wikimedia)
Sin embargo, parece que la cordura (o el interés político, tan patente en Roma por cierto) acabó imperando entre los contendientes. Así pues, Octavio y Marco Antonio decidieron que eran mucho mejor aguantarse mutuamente y dirigir su odio contra los asesinos de César. Y es que, estos andaban armándose para, llegado el momento, saltar sobre los «cesarianos», como eran conocidos los valedores del dictador. De esta forma nació el Triunvirato, un pacto político mediante el que estos dos líderes y el banquero Lépido –otra de las personalidades de entonces- formaron un gobierno dictatorial sobre Roma. Se convirtieron, en definitiva, en los amos del mundo conocido.
«En este Triunvirato, Marco Antonio, Octavio y Lépido se aliaron con el objetivo de encontrar y capturar a los asesinos de César. Como necesitaban ayuda para perpetrar esta venganza, Egipto buscó acercarse a ellos en su propio beneficio. A los romanos tampoco les vino mal porque se querían acercar a las provincias orientales, así que llegaron rápidamente a un acuerdo. Cleopatra, reina de Egipto, se comprometió a ofrecerles apoyo económico a cambio de queCesarión (el hijo que había tenido con César) fuera considerado el heredero de su trono en Egipto. La jugada fue astuta, pues así no entraba en conflictos con Octavio (el heredero legal de César) que quería tomar el poder en Roma», explica, en declaraciones a ABC Aroa Velasco, historiadora especializada en el Antiguo Egipto y autora de la página Web «Papiros perdidos».

Antonio y Cleopatra: amor, y orgías

El Triunvirato dio cierta tranquilidad a los romanos, pero lo cierto es que era difícil que un mero pacto político acabase con el odio entre Marco Antonio y Octavio, ambos dignos valedores de suceder a César. Por ello comenzaron a abundar las «puñaladas traperas» -que podríamos decir hoy en día- entre ambos. «Octavio siempre había querido gobernar solo y, para lograrlo, envió a Marco Antonio a luchar contra los partos en los territorios romanos de Siria y Oriente. La idea era sencilla: ponerle en peligro para que muriese en batalla», explica Velasco. Con todo, el oficial romano podía ser muchas cosas, pero no estúpido, por lo que -cuando vio la difícil situación militar que se le presentaba- corrió bajo las faldas de Cleopatra a solicitarle ayuda militar en un encuentro privado.
El pacto político que pudo hacer que Cleopatra viviera en España
Busto de Marco Antonio durante su juventud (Wikimedia)
La reina de Egipto aceptó el encuentro, aunque solicitó que se hiciese en su navío con el objetivo de impresionar al romano. «Cleopatra fue al encuentro de Marco Antonio en un barco majestuoso con remos de plata. Quiso demostrar la riqueza de su pueblo, para lo que decidióregalar los cubiertos de oro a los soldados e invitados tras cada comida. La leyenda negra dice que estuvieron rodeados de orgías, explica Velasco. De la misma opinión es Pilar Rivero, de la Universidad de Zaragoza, quien, en su dossier «La política exterior de Cleopatra VII Filópator», remarca la forma en que la reina de Egipto se presentó ante Antonio: «Cleopatra llegó con una gran pompa, remontando el rio como si de la diosa Isis y su cortejo se tratara».
Lo cierto es que la majestuosidad de Cleopatra pareció funcionar, pues Marco Antonio (quien ya se sentía bastante atraído por Oriente) se quedó encandilado con ella y no ofreció demasiadas reticencias a las condiciones de su pacto. Se dice que tal fue el despliegue de los egipcios, que entre banquete y banquete se dieron las negociaciones. Aunque no se sabe a ciencia cierta, lo cierto es que no tardaron en llegar a un acuerdo. «Marco Antonio propuso a Cleopatra que le diese su apoyo militar contra los partos a cambio de eliminar a Sione IV (la hermana de Cleopatra, que quería acceder al trono). Ella acepto», añade la experta.
Además de aquel pacto político, en el barco también se vivió una historia de amor, pues ambos se encapricharon del otro y comenzaron una relación muy criticada desde Roma y que aprovechó, entre otros, el sobrino nieto de César. «Con el acercamiento entre ambos, Octavio vio una oportunidad para acabar con la credibilidad de Antonio. Por ello inició una campaña con la que buscó minar su imagen entre los romanos, le acusó de adorar la cultura oriental, de pedir ayuda a Cleopatra y de dejarse hechizar por sus extrañas artes. Todo ello fue incentivado por el filósofo Plutarco, contrario también a Antonio», completa Velasco. La treta funcionó y, a pesar de que el Triunvirato siguió activo, Marco Antonio se fue ganando, poco a poco, el odio de sus conciudadanos. Lo cierto es que tampoco ayudó que el romano trasladase su residencia a Alejandría y pasase las horas muertas con su nueva «novia».

Comienza la guerra

En los meses siguientes, Marco Antonio, el que en su día fue el primer general de César y el hijo predilecto de Roma, siguió viendo a Cleopatra y probó las miles de las riquezas y los lujos de Egipto. Eso sí, dando de lado a sus conciudadanos y al Triunvirato. Octavio, por su parte, supo usar desde cada comilona que su enemigo se daba en Alejandría, hasta las relaciones sexuales que este tenía con la reina de Egipto (con quien tuvo tres hijos, Alejandro Helios, Cleopatra Selene II y Ptolomeo Filadelfo) para que el pueblo le viese como un adorador de Oriente. El sobrino nieto de César no podía estar más feliz, pues –poco a poco- estaba acercándose a su plan: acceder al gobierno en solitario y no tener que rendir cuentas de ello a nadie.
El de Octavio no era un plan para tomar el poder rápidamente, sino eliminando, poco a poco, el poder de sus competidores. Hubo que esperar hasta el año 37 A.C. para que –con la renovación del Triunvirato- el sobrino nieto de César pusiera la última piedra para lograr acabar con su enemigo. Fue ese año cuando, a cambio de que el grupo siguiese gobernando en terna, exigió a Marco Antonio que se casase con su hermana Octavia. Oficialmente dijo que era para buscar un acercamiento entre ambos, pero la realidad era que diferente: buscaba poder cargar contra él cuando engañase a su nueva esposa con Cleopatra. «Marco Antonio, por su parte, pidió a Octavio que le enviase tropas para combatir contra los partos, con los que seguía en guerra. Este aceptó, pero nunca llegaron a su destino», añade la experta.
Casado con Octavia y al verse traicionado por Octavio, Marco Antonio se marchó desesperado a los brazos de Cleopatra. La reina de Egipto no dudó y aprovechó la desesperación de su amante. Podían ser compañeros de cama, pero el poder, era el poder (debió pensar). «Cleopatra aceptó el trato y le dio dinero, provisiones, tropas y barcos. A cambio, sin embargo, le solicitó que otorgara posesiones a los tres hijos que ambos tenían en común. Así pues, debía nombrar a Alejandro Elios rey de Armenia y Partia, a Cleopatra Selene, de Cirenaica y Lidia y, finalmente, a Ptolomeo Filadelfo de Siria y Ciricia. Además de todo ello, Cleopatra debía ser nombrada reina de reyes y reina de Egipto y Cesarión su heredero. El tratado fue conocido como las “Donaciones de Alejandría”», completa Velasco. A su vez, ambos contrajeron matrimonio según las costumbres egipcias. Un nuevo varapalo (y una nueva excusa) para Octavio.
Octavio, al fin, tenía una excusa para iniciar la contienda. De esta forma, y tras quitarse de encima a Lépido, cargó política y dialécticamente contra su enemigo hasta que consiguió tener de su parte al pueblo. Tras ello, nombró enemigo de Roma a Marco Antonio y declaró la guerra a la pareja. «Curiosamente no se la declaró a Marco Antonio, pues sabía que, de ser así, provocaría recelos entre sus legionarios, que luchaban más contra Cleopatra y el imperio oriental. Sin embargo, sabía que Antonio ayudaría a la reina», destaca la experta a ABC. Había comenzado la contienda, una lucha a muerte que llevaba tejiéndose y fraguándose años.

El plan para exiliarse a España

El enfrentamiento entre ambos se terminó decidiendo en el año 31 A.C. en la batalla de Actium (una región ubicada en la costa oeste de Grecia). En principio, Marco Antonio quería combatir en Italia, pero Cleopatra volvió a manipular al romano afirmando que sus tropas sólo acompañarían a las legiones de Oriente (las que se habían mantenido fieles a su amante) si se luchaba en la costa griega. No hubo más que hablar para el romano, que aceptó sin rechistar. El 2 de septiembre se combatió. Sin embargo, no fue en tierra, sino en el mar (donde el general romano no tenía ninguna experiencia). La contienda no había comenzado y la ventaja ya era para Octavio y sus buques.
En la contienda, los buques de Marco Antonio se pusieron en vanguardia; tras ellos se destacaron como reserva, los de Cleopatra. En total, los amantes sumaban unos 400 navíos. En frente suya se ubicaron imponentes los 400 de Octavio al mando de Marco Agripa. Los dos contenientes habían decidió usar estrategias similares. «Antonio, mediante un movimiento envolvente, trataría de desbordar el flanco siniestro enemigo (Agripa). De este modo quedaría abierto un hueco entre las naves que conformaban el centro de la línea octaviana y las que se situaban a su izquierda. Ese vacío sería rápidamente cubierto por las galeras de Cleopatra, que avanzarían desde la retaguardia, partiendo en dos la flota rival. Por su parte, Octavio buscaría hacer lo propio en el ala derecha de la armada contraria (Antonio)», explica el doctor en geografía Antonio García Palacios en su dossier «Octavio frente a Marco Antonio».
El pacto político que pudo hacer que Cleopatra viviera en España
La batalla de Actium, de Lorenzo A. Castro. (Wikimedia)
La victoria parecía plausible para los amantes, pero, según el Plutarco, la maniobrabilidad de los buques de Agripa y el arrojo de sus legiones terminaron siendo letales. Aun así, fueron necesarias varias horas de batalla para poder doblegar a Antonio y Cleopatra. «La batalla adquirió el carácter de un combate en tierra firme o, para ser exactos, el de un ataque a una ciudad fortificada. Tres o cuatro barcos de Octavio se agruparon en torno a cada uno de los de Antonio, y la lucha se llevó a cabo con escudos de mimbre, lanzas, palos y proyectiles incendiarios, mientras que los soldados de Antonio también disparaban con catapultas desde torres de madera», señaló el historiador romano.
Cuando Marco Antonio se vio desbordado y la batalla empezó a tornarse del lado de Agripa, Cleopatra inició la retirada con su flota hacia mar abierto, dejando sin apoyo a su esposo. Al parecer, ver huir a la mujer más poderosa de Oriente hizo acobardarse al romano, que giró su barcaza y siguió, como alma que lleva el diablo, a la egipcia. Sin su líder natural, solo fue cuestión de horas que las legiones aliadas se retirasen de forma pactada. Por su parte, marido y mujer decidieron cobijarse en Egipto. «Cuando Marco Antonio llegó a Alejandría, se refugió en una pequeña casa junto con dos criados, situada en el pequeño puerto de Paretorio; quizá pensaba en la posibilidad de una recuperación y de otro posible ataque a Octavio. La reina se fue a su palacio y se dedicó a planear la estrategia a seguir en el encuentro seguro, pero que se hizo esperar con Octavio», explica Rosa María Cid López, del departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, en su obra «Cleopatra: Mito, leyenda e historia».
¿Cuál era su plan? En principio, reclutar todos los hombres que pudiese para poder plantar cara al romano. Sin embargo, si eso no daba resultado, tenía pensada una curiosa serie de alternativas. «Por si acaso era preciso huir, mandó mensajeros a sus aliados de Media y Partia, preparó embarcaciones para pasar el mar Rojo en dirección a Arabia e, incluso, estableció la posibilidad de huir a Hispania», explica, en este caso, Rivero. Lo cierto es que esta opción la habría permitido hacerse fuerte en la Península para iniciar un contraataque contra Octavio con ayuda de Antonio. Desde allí, también podría haber iniciado los preparativos para marcharse hacia otra parte de Europa. Sin embargo, nada de eso pudo suceder, pues la pareja acabó muerta (ambos se suicidaron) y su enemigo tomó el poder. Su pacto político, por lo tanto, terminó en desastre.

Tres preguntas a Aroa Velasco

DON TOMÁS BOBADILLA Y BRIONES



DON TOMÁS BOBADILLA Y BRIONES

Las páginas de la historia dominicana recogen los atributos de la personalidad de este hombre . Su papel estelar y protagónico en los acontecimientos que se sucedieron en Santo Domingo. Personaje que con su accionar y sus directrices , orientó la época comprendida entre los años de 1811 a 1871 cuando al término del último gobierno del presidente Buenaventura Báez emigró a la vecina república de Haití, para no regresar jamás.

En todo el trayecto de ese período crucial y decisorio para la futura república dominicana, su gran capacidad,
su experiencia y su sagacidad política lo convirtió en una pieza imprescindible, a partir del momento en que asomaba en la conciencia colectiva de los habitantes de la parte este de la isla los atisbos del sentimiento de unidad nacional, despertados entre otros grandes motivos por la herida que infligió Dessalines en el año de 1805 a la dignidad y el orgullo de los criollos. Este despiadado gobernante haitiano autor del bárbaro degüello de Moca fue el héroe principal de la independencia de su pueblo. Durante sesenta años Don Tomás Bobadilla está ligado a esos importantes hechos que se dieron desde el período colonial hasta la restauración de la república en los cuales se desempeñó como concejero y confidente de gobernantes españoles, haitianos y dominicanos. Fue amigo y colaborador del Dr. José Núñez de Cáceres en la empresa patriótica de la Independencia Efímera de 1821.
Don Tomás Bobadilla nació en Neiba el 30 de marzo del año 1785. Sus padres fueron Don Vicente Bobadilla y Amaral y la Sra. Gregoria Briones Pérez. Falleció en Puerto Príncipe Capital de Haití a los 85 años de edad el 21 de diciembre del l871.
Según José María Morillas a Bobadilla se le hizo un funeral con los honores de Capitán General en consideración a su elevada categoría en la República Dominicana. Aunque no tuvo educación universitaria se hizo de una sólida preparación intelectual. Fue un magnífico abogado y se consagró como uno de los hombres, quizás el que más, de mayor experiencia en los asuntos de estado de la época. De acuerdo con un documento transcrito por Guido Despradél l

y Batista, a mediado de octubre del año 1810 Don Tomás Bobadilla solicitó la instrucción de su Limpieza de Sangre por ante el señor Alcalde Ordinario de Segundo Voto Don Francisco Madrigal Maldonado, a los fines de ocupar la Escribanía de los del Número que en la ciudad de Santo Domingo ejercía el Doctor José María Rodríguez quién había fallecido. Requisito que era exigido por las reales leyes de España. Arcaicos prejuicios raciales y de intolerancia religiosa indispensables para poder alcanzar oficios honoríficos o empleos en la administración política o religiosa.
En los testimonios servidos en dicho proceso se estableció: “ Que cuando nació Don Tomás sus padres estaban avecindados en la frontera de la parte sur y que todos sus ascendientes por la rama paterna fueron personas blancas y libres de toda mala tara, de moros, judíos, herejes, negros, mulatos, recién convertidos , procedente de cristianos viejos y honrados. Su acta de Bautismo nadie la ha visto, y es que habiendo sido quemado, como es notorio el archivo de la Parroquia de Neiba donde se hallaban ya no puede en ningún modo conseguirse “. sic.
El 2 de noviembre del año 1810 se realizó en la Villa de Azua de Compostela el proceso testimonial de su Limpieza de Sangre por la rama materna, pues sus ascendientes por su madre fueron vecinos por largos años de azua y del poblado fronterizo de Bánica.
UNA PÁGINA EN EL GOBIERNO DE BOYER: Para el año de 1840 los propietarios dominicanos dueños de corte de caoba comienzan a ser inquietados. Boyer vuelve a amenazar con aplicar la ley del 8 de julio de 1824 en la que se estableció la obligatoriedad de presentar los títulos a las autoridades correspondientes a los fines de que estas pudieran deducir las porciones que le correspondían al estado haitiano que entonces abarcaba todo el territorio insular.
Los propietarios dominicanos habían logrado que el presidente Boyer aplazara su aplicación hasta esa fecha, aunque no fue posible lograrlo en cuanto a su ejecución sobre los bienes propiedad de la iglesia y los de las personas que se ausentaron, luego del hecho consumado de la ocupación , y que se negaron a regresar.
Don Tomás Bobadilla y Briones quien para esa época ocupaba el cargo de “ Abogado o Defensor Público “ fue designado por los comerciantes y los propietarios de bienes rurales junto a Manuel Joaquín Del Monte para defender las propiedades y dominio que ellos y sus antepasados tenían a dichas tierras e hicieran valer ante el gobierno de Boyer el derecho que legítimamente les asistía.
Fue investido también de poderes similares por los habitantes de El seíbo, Baní, Azua y Neiba, en cuya gestión Bobadilla logró un gran resultado, pues consiguió que se suspendiera la ley y las medidas de expoliación que se iban a tomar sobre los bienes y rentas de todos.
Estas medidas eran de carácter meramente fiscal en las que se incluía
El pago por los propietarios de corte de caoba de un impuesto de 25 pesos por cada millar de pies cúbicos que explotaran.

Resultado de imagen para imagenes de tomas bobadilla y brionesSUS NEXOS CON LOS TRINITARIOS: Tras la caída del gobierno de Boyer, Charles Herrad su sucesor inició una cruenta persecución contra el movimiento separatista encabezado por Duarte y sus amigos. Después del exilio obligado de este, Ramón Mella dada la delicada situación y debilidad en que se sumió el movimiento trinitario decidió buscar apoyo en todos los sectores de la población, especialmente entre aquellos que durante todos esos años habían considerado como empresa imposible los ideales de la independencia catalogando a sus sustentadores de jóvenes ilusos, pero que , tras el triunfo de la revolución de la Reforma en la cual participaron activamente los Duartistas, entendieron que los planes separatista podían convertirse en realidad. En las postrimerías del año 1843 Ramón Matías Mella logra interesar e introducir a las filas trinitarias a DON TOMÁS BOBADILLA Y BRIONES.
El entusiasmo la sinceridad y diligencia con que dispuso su colaboración a la causa fue determinante para ella, precisamente en aquellos momentos en que el movimiento se encontraba dividido y diezmado por el acoso y la persecución ; por lo que urgían de una persona de la categoría el intelecto e influencia en el sector de los hateros y comerciantes como Bobadilla; que poseía además los suficientes conocimientos en asuntos de estado para suplir tal necesidad, y cuya clase a la cual también pertenecía, veía seriamente amenazados sus intereses por las medidas que imponían las leyes del 
Del gobierno haitiano.
Bobadilla había sido colaborador del gobierno de Boyer y en tal virtud se encontraba retirado de toda actividad a la fecha de su encuentro con Ramón Mella.
El entendimiento político entre Mella y Bobadilla propició la unidad de propósitos entre los trinitarios y el sector conservador del cual Bobadilla era un líder natural. Pero la diferencia ideológica que los separaba se mantuvo; unos, los trinitarios , partidarios de la independencia pura y simple, los otros, partidarios de la separación para luego buscar el protectorado, convencidos de buena fe, de que la nación dominicana no tenia posibilidad de sobrevivir ante la amenaza permanente de Haití . Esa diferencia decidió el camino que transitó nuestra patria entre luchas fratricidas y pérdidas incalculables entre nuestros prohombres. Hasta que el pueblo en armas prevalido ya de una sólida conciencia nacional expulsó del suelo patrio las fuerzas del imperio español decidiéndose por la independencia de la nación en el año de l865.
Bobadilla Versus Santana : En el año 1847 D. Tomás Bobadilla se desempeñaba como legislador y defensor Público. En su calidad de legislador hizo frente al presidente Santana, oponiéndose a varios proyectos enviados por el poder ejecutivo al “ Concejo Conservador “ . El presidente de la república amenazó con renunciar la presidencia si Bobadilla , que persistía con empeño en su oposición, no era expulsado del país , petición que avalaba con el apoyo que le brindaba el ejercito , contradiciendo lo dispuesto por la ley que establecía un procedimiento especial para seguir un juicio a un legislador.
En ese momento crucial de su vida política Bobadilla tomó la palabra ante el concejo y rechazó indignado los cargos en su contra invocando en su defensa su protagonismo en los hechos de la noche del 27 de febrero; afirmando que presidió la Junta Central Gubernativa por más de tres meses; que fue uno de los genuinos fundadores de la patria y que siempre se había comportado como un buen dominicano….Para luego concluir a tono con su naturaleza conservadora diciendo, que en prueba de su civismo y que como su deseo no era perturbar el orden y la tranquilidad “ si se ponía a su disposición un buque en que transportarse con su familia y algunos medios pecuniarios se iría a playas extranjeras “.
En ese discurso pronunciado ante el Consejo Conservador el 10 de junio del año 1847 dijo además lo siguiente : “ Creo, señores, que ninguno puede ser mejor dominicano que yo, yo fui el primero que dijo : DIOS PATRIA Y LIBERTAD. Yo fui el autor del manifiesto del 16 de enero del año 1844; Yo en la noche del 27 de febrero me encontraba a la cabeza del pueblo. Yo fui presidente de la Junta Gubernativa “.
Estas afirmaciones de Bobadilla dichas a “ soto voces “ ante el Concejo Conservador no fueron contradichas por ninguno de sus compañeros diputados presentes, aunque luego con el discurrir del tiempo y el despertar de las pasiones, ha encontrado contradictores.
Después desde el exilio envía una carta al presidente Santana protestándole la forma ilegal en que fue despojado de su posición de diputado, recordándole que las fuerzas armadas no son beligerantes por lo que exigía su rectificación haciéndole ver “ El principio general e inherente a la naturaleza, que a ninguno se puede castigar sin ser primero citado, oído y convencido “, Para luego proseguir : “ Me acuerdo haber oído proferir a V. muchas veces que le complacía el que cada hombre defendiese enérgicamente sus derechos “.
El historiador José Gabriel García da en sus crónicas un espaldarazo a las afirmaciones de Bobadilla y a todo el contenido histórico
de su famoso discurso cuando consigna que : El 16 de enero del 1844 fue redactada por Don Tomás Bobadilla y Briones La Manifestación de la Parte Este de la Isla, en la que se anunciaban las causas de su separación de la república haitiana documento en que su firma aparece a la cabeza de las demás. Esta manifestación sería la ley que regiría la república proclamada, hasta que promulgara su constitución.
Luego de proclamada la independencia se formó la Junta Central Gubernativa presidida por Francisco del Rosario Sánchez quien pasó el mando a Tomás Bobadilla y Briones. ESTE FUE EL GOBIERNO QUE ORGANIZÓ LA REPÚBLICA y una de sus primeras decisiones fue la de enviar una comisión de dominicanos a curazao en búsqueda del Patricio Juan Pablo Duarte y sus compañeros quienes pisaron suelo patrio en marzo del del año 1844. BOBADILLA EL POLÍTICO : Don Ramón Lugo Lovatòn dice al respecto: “ como político su vida fue pasmosa, pasmosamente extraordinaria , incomparable , incomparablemente impar en nuestros anales históricos que no guardan otro caso igual a Bobadilla y Briones “. “Toda la vida de Bobadilla es historia nacional. Las vicisitudes de nuestra vida política que hunden otros prestigios y personalidades , lo dejan siempre ileso , intacto . Nadie logra hundir totalmente ni desacreditar porque no toma decisiones , sino las sugiere , porque no refuta con violencia , sino razona y convence en plena calma “.
El presidente Santana le llamó : “ Mi ministro universal “ título que alude a la gran capacidad y conocimientos de estado que poseía. El cónsul francés de SainT Denis lo llamaba con respeto “ El Señor Bobadilla . Duarte el Padre de la Patria lo llamó “ Pandora “ haciendo alusión quizás , a la fábula griega de la primera mujer , que aportó en sus bodas con Epimeteo como presente de Zeus una caja donde se encontraban encerrados todos los males que afligen a la humanidad , los cuales al ser abierta se esparcieron por toda la tierra quedando en la caja solamente la esperanza . ¿Lo consideraba el insigne patricio una caja llena de sorpresas? Miguel Ángel Garrido lo consideró “ Prodigio de confusiones andróginas “ y “ Dualista impasible “.
No sería correcto argüimos nosotros , analizar los hechos del pasado sin antes conocer el momento y las circunstancias históricas, sociales y políticas en que estos acontecieron y a los cuales influyeron con determinación . El hombre es un producto de su época y responde generalmente acogiéndose a las circunstancias que lo rodean y lo moldean en cada estadio de su evolución en la sociedad .
Siempre habrá una minoría de visionarios dispuestos al sacrificio por las grandes causas, estos que representan un desafío al estatus quo, son la punta de lanza que mira hacia el futuro construyendo la puerta que ha de abrirse al porvenir . Pero todos , todos los sectores sociales, revolucionarios , conservadores , intrépidos visionarios , equivocados, aportan en su medida su cuota de sacrificio y patriotismo necesario para poder plasmar el ideal social.
Don Tomás Bobadilla y Briones igual que Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez no era anti haitiano, pero , mientras los padres de la patria estaban convencidos de que ambas naciones debían y podían vivir independientes respetándose mutuamente dentro de sus límites en el territorio insular, por lo que estaban dispuestos a dar su vida si fuere necesario. Bobadilla , conservador, representante de la clase económicamente dominante ; que siempre dudó de las posibilidades de la independencia pura y simple; que aspiraban la anexión o el protectorado , fue vacilante y se acomodó a los distintos designios que primaron brindando desde esa posición sus capacidades y colaboración a los vencedores de ocasión luego de consumada la independencia del 27 de febrero del 1844. Porque además de patriota Bobadilla y Briones fue un político y prominente mienbro de la clase social consrvadora que poseia todo el poder, por tanto, desde esa óptica debe examinarse con justicia su comportamiento en todo ese trayecto del momento histórico que le tocó vivir y valorar su gran contribución en la construcción de las bases sobre las que se edificó la república dominicana, su patria, a la que sirvió antes y después de proclamada la independencia

Fuente tomada de/http://conripipin.blogspot.com/2009/10/don-tomas-bobadilla-y-briones-las.html

Catedral Catedral de La Habana

Catedral de La Habana
en Templos Religiosos Cubanos
http://guije.com/templos/catedral/index.htm

La Catedral de La Habana. Foto 2003.
La Catedral de La Habana
Iglesia católica en la Ciudad de La Habana, Cuba


Historia de la Iglesia Parroquial
Fotos adicionales de la Catedral
Seminario de San Carlos y San Ambrosio


Detalles de la Catedral de La Habana.
Detalles de la Catedral de La Habana

Otros templos que sirvieron de Catedral de La Habana anstes del actual de acuerdo a José M. de la Torre en su libro de historia de La Habana “Lo Que Fuimos Y Lo Que Somos o La Habana Antigua y Moderna” publicado en 1857:

“Catedral. -La parroquial primeramente construida en el puerto de Carenas, fue de embarrado y guano, siendo su patrono y titular San Cristóbal, habiendo sido destruida en 1,538, por los piratas.

“"Ilustran esta ciudad, dice Arrate, dos iglesias parroquiales y dos auxiliares, correspondiente a lo numeroso de su vecindad y feligresía. La mayor es dedicada al ínclito mártir San Cristóbal, patrón de la ciudad y titular suyo. Está situada, como ya dije, cerca de la ribera de la bahía, de suerte que entre ella y la playa solo media el espacio de la plaza de Armas y una corta acera de casas: comenzóse a construir el año de 1,550, porque la primitiva había sido incendiada por los enemigos el año de 1,538, como se apuntó en otro lugar, y habiéndose aplicado para esta obra la poca renta de fábrica que entonces habría, algunos arbitrios y la contribución del vecindario, duró mucho tiempo su construcción hasta que vino a darle su principal complemento y deseado fin, la herencia o legado que destinó para ello Juan de Rojas, uno de los vecinos más ricos y condecorados de aquella edad, y que había ejercido diversas veces el gobierno de esta república. De modo que debió á este subsidio su final conclusión por los años de 1,581 o poco más adelante, dándole en el candor de aquellos tiempos el honor de patrono, poniendo el escudo de sus armas, sobre el lugar más público y eminente de dicho templo, yerro que enmendó la política del cabildo, aunque a costa de una ruidosa controversia, haciendo colocar las de S. M. en aquel paraje, como era debido.

“Casi, un siglo después la reedificó y amplió el señor Obispo don Juan de Santo Matías, con auxilios y limosnas de los vecinos, por los años de 1,666. Compónese este templo de un cañón principal y orden de capillas a la parte del norte, anchuroso, y capaz; y aunque no a lo moderno, fue para aquella edad, como dice el maestro Gil González, noblemente edificado, aunque hoy por no ser correspondiente a lo ilustre y numeroso de esta población, la desluce y desautoriza mucho un lunar tan notable, porque lo que entonces era decente y regular para una pequeña villa o ciudad, ya desdice de una de tanto esplendor, supongo que a esta desgracia han dado motivo los obstáculos que sobre la traslación a otro sitio se han ofrecido, malográndose el tiempo más oportuno para la fábrica y construcción de esta iglesia, a quien ha enriquecido de alhajas y de ornamentos la magnificencia del señor don Fr. Juan Lazo, quien le hizo labrar un sagrario hermoso de plata, que costó más de $10,000 y es correspondiente a la lámpara mayor, que es muy exquisita y ostentosa. También le ha adornado con un retablo dorado, primoroso, y si en la erección de nueva iglesia, no se le hubiesen frustrado sus deseos y diligencias, no nos hubiera dejado en la obra que apetece y admirar."

“El historiador Valdés, hablando de la misma parroquial, dice: -" Su situación, era la que en el día tiene el palacio de Gobierno, con la puerta principal al occidente, las dos colaterales al Septentrión y mediodía, y el altar mayor al oriente. Su exterior era tan ordinario que por la parte oriental y meridional más parecía casa particular que templo de Dios. El interior, por sí solo mirado, tampoco encerraba objeto en que la curiosidad pudiese detenerse: y en una palabra, en aquella iglesia se portó tan groseramente la mano de su artífice, que desnuda del ornato del culto se tomaría por una hermosa bodega; adecuada más para parroquial del Puerto de Carenas que para la última parroquia de la Habana. Esta iglesia constaba de dos naves y la sacristía estaba a espaldas del altar mayor, con el que se comunicaba por medio de dos puertas. La ante sacristía era reducida; salía a la nave colateral y servía para desahogo de los clérigos; a continuación de ella corrían varias oficinas bajas y altas con sus balcones, para el cura y demás dependientes de la iglesia, y estas habitaciones correspondían al lado de la Plaza de Armas. Al Septentrión estaba el cementerio cercado de tapias; y con su puerta frente al costado, y de la nave colateral. La torre estaba situada a occidente, hacia a la izquierda de la puerta principal. No guardaba medidas en su arquitectura, porque era muy ancha y poco elavada. Tenía tres cuerpos, el primero servía de batisterio; el segundo, de habitación del campanero para el reloj (1) y cinco campanas regulares. El señor Laso pretendió derribar esta iglesia y fabricar otra en el mismo sitio; pero no lo hubo de conseguir y continuó sirviendo hasta que expulsados los jesuitas, se concluyó la que existe en el día, erigida en catedral sobre los principios que tenían adelantados aquellos regulares estinguidos." (2)

“En 1,779 se verificó la indicada traslación a la iglesia de los expulsados jesuitas; y en 1,789 (3), en que se dividió la Isla en dos Diócesis, fue declarada Catedral de la Habana.

“(1) Este reloj debe ser el mismo que tiene actualmente, pues con motivo de una composición que hubo de sufrir en 1,850, se ha visto que fué construido en Londres el año de 1,698.

“(2) El colegio de Jesuitas proyectado en 1,656, se erigió en 1,724. Cuando en 1,834 se removieron los cimientos de la Plaza de Armas para el nuevo adorno que se le hizo en ella, se encontraron huesos humanos del cementerio de dicha parroquial mayor.

“(3) Al lado de la puerta que cae a la calle de San Ignacio hay una lápida con la siguiente inscripción: "El Iltmo. señor don Pedro Agustín Morel Santa Cruz, digno Obispo de Cuba, etc., consagró esta Iglesia de la Santa casa lauretana de Maria Santísima, en VIII de Septiembre de 1,755."”

Interior de la Catedral de La Habana.
Interior de la Catedral de La Habana

La Catedral de La Habana de acuerdo a la Guía Provincial de La Habana, Editorial Panamericana, 1944:

“En 1519, pocos años después de la fundación de la ciudad de La Habana, fue erigida su iglesia parroquial bajo la advocación de San Cristóbal. Incendiarla primero, saqueada después de reconstruida, e incendiada otra vez y siempre por piratas, el Obispo Santo Matías procedió a su reconstrucción en el año 1666. En lo que concierne a su primitivo emplazamiento, son contradictorias las opiniones de historiadores, cronistas y escritores, aún las de aquellos más autorizados y versados en cuestiones de la religión vernácula.

“Al ser creada en el año 1648 la parroquia del Espíritu Santo, fue designada con el título de Parroquial Mayor, dándole como auxiliares más tarde las iglesias del Santo Angel Custodio en 1690, y en 1693 la del Santo Cristo.

“El culto de la Parroquial Mayor fue trasladado a la Iglesia de San Felipe de Neri, por encontrarse en ruinas la del Espíritu Santo a causa de la explosión del navío español Invencible, mientras se disponía la edificación en otro lugar, lo que no llegó a realizarse en ningún momento. Por fin al ser expulsados los jesuitas de los dominios españoles en el año 1767, por Real Orden de 1772, se tomó su templo de San Ignacio de Loyola para Parroquial Mayor. El 9 de Diciembre del año 1777, el Obispo Echavarría, después de hacerle algunas reparaciones y reformas, trasladó a él el archivo e imágenes de la Parroquial.

“Creada la Diócesis de San Cristóbal de La Habana en el año 1787, la Parroquial Mayor fue erigida en Catedral el día 22 de junio del año 1790, con el título de Sagradio de la Catedral. Es así, pues, que la antigua iglesia de San Ignacio de Loyola, con sustanciales reparaciones, adaptaciones, embellecimientos y agregaciones, es hoy la Sede de la Arquidiócesis de La Habana.

“El Sagrario de la Catedral cuenta con las asociaciones piadosas Nuestra Señora de Loreto, Archicofradía del Santuario y Nuestra Señora de la Caridad. En él funciona con nutrida asistencia, un centro catequista infantil.”

La Catedral de La Habana.
En la Plaza de la Catedral de La Habana

Otras Iglesias Católicas en La Habana
El Salvador del Mundo
Espíritu Santo
Inmaculado Corazón de María
Jesús del Monte
Nuestra Señora de la Caridad
Nuestra Señora de la Merced
Nuestra Señora del Carmen
Nuestra Señora de Montserrat
Sagrado Corazón (Reina)
Sagrado Corazón (Víbora)
San Francisco de Paula
San Juan Bosco
Santo Angel Custodio
Santo Cristo del Buen Viaje
Torre derecha de la Catedral de La Habana.
Torre izquierda de la Catedral de La Habana.